Recorrerás Bergmannkiez en Kreuzberg al caer la tarde, probando comida callejera moderna y platos clásicos con un guía local que conoce a todos por su nombre. Degusta vinos portugueses servidos a generosas copas, pan recién horneado y cerveza alemana en rincones acogedores que solo los locales frecuentan — y llévate sabores (y historias) que recordarás mucho después de tu viaje.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo las farolas iluminaban los adoquines en Bergmannkiez — una luz dorada y suave, como si la ciudad se hubiera atenuado solo para nosotros. Nuestra guía, Anna, nos llamó desde la ventana de una panadería donde se olía el pan recién hecho a pesar de que ya era de noche. Me ofreció un vasito pequeño de algo herbal (un “aperitivo” berlinés, dijo) y sonrió cuando puse cara rara — la verdad, sabía a regaliz y hierba fresca. No era lo que esperaba para empezar un tour gastronómico en Berlín, pero me despertó.
Nunca había oído hablar de esta zona de Kreuzberg — Anna nos contó que la mayoría de turistas la ignoran, lo que me hizo sentir que estábamos descubriendo un secreto. Entramos en un pequeño mercado donde la gente seguía comprando quesos y charlando en al menos tres idiomas. Había un puesto moderno de döner (nada que ver con los kebabs típicos), y el chef nos contó que sus padres vinieron de Turquía pero él creció aquí. El pan estaba crujiente por fuera y suave por dentro; a veces aún recuerdo esa textura cuando me da hambre a altas horas.
Entre la cata de vinos portugueses (el dueño servía con generosidad) y un chef italiano que preparaba con mimo pequeños entrantes, me di cuenta de cuánto está marcada la comida berlinesa por todas estas historias. En un momento, Anna intentó enseñarnos a decir “salud” en alemán — lo dije fatal y algunos locales en la mesa de al lado se rieron. La degustación de cerveza en esta antigua cervecería cercana fue como entrar en el salón de alguien; había un aroma a levadura y parecía que todos se conocían.
Al final, mi chaqueta olía ligeramente a carne a la parrilla y a azúcar de panadería. Intercambiamos recomendaciones para otros sitios donde comer en Berlín — Anna anotó algunos nombres en mi mapa que todavía guardo doblado en la mochila. No fue nada pretencioso ni ostentoso, solo comida auténtica con gente real. Sinceramente, si quieres saber a qué sabe Berlín cuando cae la noche, esto es lo más parecido.
El tour recorre Bergmannkiez en Kreuzberg, Berlín.
El tour incluye cinco paradas diferentes para degustar comida.
Sí, un guía experto local acompaña todo el recorrido.
Sí, se incluyen aperitivos, catas de vino y cerveza.
Incluye cena junto con varias degustaciones en cada parada.
Probarás platos clásicos alemanes, döner moderno, vinos portugueses con entrantes italianos y más.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas.
La edad mínima es de 16 años.
Tu noche incluye todas las degustaciones — platos clásicos alemanes, döner fusión moderno, cata privada de vinos portugueses con entrantes italianos — y una auténtica degustación de cerveza alemana en una cervecería local. Estarás acompañado por un guía local que comparte historias en cada parada. Cena y bebidas están incluidas; solo trae hambre (y quizá una chaqueta para las frescas noches berlinesas).
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?