Viaja desde Berlín en tren con un grupo pequeño y guía oficial que comparte historias reales detrás de las paredes de Sachsenhausen. Recorre los patios, barracones y memoriales mientras aprendes sobre la vida diaria en el campo. Prepárate para momentos de silencio y reflexión — esta excursión te marcará para siempre.
“Aquí nadie viene buscando respuestas fáciles”, nos dijo nuestra guía Anna mientras bajábamos del S-Bahn en Oranienburg. Llevaba años liderando estos tours por Sachsenhausen, pero se notaba que aún sentía el peso de todo. La mañana estaba gris, no fría, sino con esa humedad típica de Berlín que se mete hasta por la manga. Nos encontramos en Hackescher Markt (imposible no ver el Starbucks), tomamos un café y Anna repartió los billetes de tren como si lo hiciera mil veces. Recuerdo el silencio en el andén, no incómodo, sino como si todos nos preparáramos para lo que venía.
El viaje en tren hacia el norte duró cerca de una hora, lo que me sorprendió; siempre imaginé estos lugares como muy alejados, pero Sachsenhausen está tan cerca de Berlín que te desconcierta un poco. Caminando desde la estación hasta el campo, Anna señalaba viejas casas de ladrillo y nos contaba cómo los vecinos vivían justo al lado de todo esto: algunos fingían no saber, otros arriesgaban la vida para ayudar. El aire olía a pino y hojas mojadas. Al llegar a las puertas del memorial, se hizo un silencio repentino en el grupo, hasta los pájaros parecían callados.
No esperaba lo intenso que se siente caminar por Appellplatz, donde los presos hacían el recuento bajo cualquier clima. La grava crujía bajo mis botas y Anna nos explicó cómo la gente sobrevivía aquí (o no). Nos mostró el barracón judío —la pintura descascarada, el frío vidrio de la ventana rozando mi mano— y luego nos llevó junto a las celdas de castigo y la Estación Z. Alguien preguntó si ella se acostumbraba a contar estas historias; Anna negó con la cabeza. “No deberías.” En un momento intenté leer un cartel en alemán y lo hice fatal; Anna sonrió pero no me corrigió. Fue extraño, pero reconfortante.
El recorrido duró unas tres horas dentro de Sachsenhausen, pero el tiempo se sentía raro; a veces parecía eterno, otras veces volaba cuando Anna compartía algo personal o leía en voz alta las palabras de un sobreviviente. Terminamos en el laboratorio de patología y la enfermería —azulejos impecables, luz entrando por ventanas polvorientas. De regreso a Berlín, no dejaba de pensar en esos detalles: las puertas de metal frío, la voz firme de Anna, lo cerca que sigue estando toda esta historia. Aún puedo imaginar esa larga caminata desde la estación.
Te encontrarás con tu guía en Hackescher Markt, en el centro de Berlín, y viajarán juntos en tren público (aprox. 1 hora) hasta Oranienburg.
Sí, todas las tarifas y tasas están incluidas en la reserva del tour.
El grupo máximo es de 15 personas para que la experiencia sea más cercana y personal.
Sí, tanto el transporte público como la mayoría del memorial son accesibles para sillas de ruedas y cochecitos.
Pasarás alrededor de tres horas dentro del memorial con tu guía.
No incluye comidas; puedes llevar algo para picar o comprar antes de salir en Hackescher Markt.
Tu guía está capacitada por Original Berlin Walks y cuenta con licencia oficial del Memorial.
Sí, parte de cada entrada se destina directamente al cuidado y la investigación en el Memorial Sachsenhausen.
Tu día incluye encuentro en Hackescher Markt en el centro de Berlín con tu guía local autorizado, billetes de tren ida y vuelta a Oranienburg, todas las entradas al Memorial y Museo Sachsenhausen, además de que una parte de tu reserva apoya la conservación continua del lugar antes de regresar juntos a Berlín en tren.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?