Cámbiate el abrigo por uno de ellos antes de entrar al Icebar de Berlín, donde hasta el vaso es de hielo. Disfruta de tres bebidas (cócteles o cerveza incluidos), charla con locales o viajeros entre esculturas iluminadas en azul y descubre cuánto aguantas en un taburete helado. Hace frío, pero es una experiencia que no olvidas.
Confieso que casi me echo atrás cuando me di cuenta de que había olvidado ponerme calcetines gruesos. Mi amigo solo se rió y dijo que en el Icebar de Berlín nos lo solucionarían. El personal de la entrada, súper tranquilo y nada insistente, nos entregó unos abrigos pesados y guantes que olían un poco a detergente… y tal vez a un toque de vodka. Nos dieron la primera ficha y nos sentamos en el lounge climatizado con una cerveza, viendo cómo la gente se preparaba mentalmente para el frío que venía. El camarero me dijo: “No te preocupes, no vas a congelarte… a menos que quieras” (creo que bromeaba a medias).
Entrar en el bar de hielo fue como meterse en un sueño raro. Todo está tallado en hielo: las paredes, los taburetes, hasta el vaso que tenía en la mano. Hace -10°C, pero no es tan brutal como esperaba, quizá porque todos están sonriendo o temblando juntos. Había un grupo de turistas holandeses intentando apilar sus vasos de chupito (también de hielo) antes de que se derritieran; uno logró poner tres antes de que sus dedos dijeran basta. Nuestro guía explicó que reconstruyen las esculturas cada pocas semanas porque aquí nada dura mucho. No esperaba disfrutar tanto un zumo de naranja, pero algo de tomarlo en un vaso de hielo lo hacía más intenso.
No podía dejar de pensar lo extraño que es tener este rincón congelado en pleno Berlín—Haus Schwarzenberg está justo afuera, lleno de grafitis y ruido, pero dentro todo es luz azul y risas apagadas. Mi amigo me retó a ver cuánto aguantaba en el banco de hielo (poco). Cuando salimos, las manos me hormigueaban un buen rato. Así que sí, si buscas una experiencia diferente en Berlín, lejos de los museos o las discotecas típicas… esta es la tuya.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Tu entrada incluye tres bebidas: una de bienvenida en el lounge y dos más dentro del bar de hielo.
Sí, te dan abrigo y guantes para que no pases frío durante la visita.
Puedes elegir entre cerveza Heineken, vino, cócteles, chupitos o opciones sin alcohol como zumo de naranja.
El Icebar de Berlín está cerca de Haus Schwarzenberg, en el centro de la ciudad.
Sí, hay varias opciones de transporte público muy cerca del local.
Sí, es adecuada para todos los niveles físicos.
Tu experiencia incluye la entrada al Icebar de Berlín cerca de Haus Schwarzenberg, un cóctel de bienvenida recién hecho en el lounge climatizado y dos bebidas más servidas en vasos de hielo dentro del bar. Te proporcionan chaquetas y guantes para que solo te preocupes por disfrutar de esta aventura helada.
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