Comienza tu día en Alexanderplatz, viaja en bus privado hasta el campo de concentración Sachsenhausen para una visita guiada por su historia, y luego explora las calles y jardines reales de Potsdam, con tiempo para reflexionar en el camino. Un contraste fuerte y sincero que te dejará conmovido y maravillado.
Lo primero que noté al bajar del bus en Sachsenhausen fue el silencio, a pesar de nuestro pequeño grupo y la voz suave de la guía cerca. El aire tenía ese olor húmedo y a tierra mojada que queda después de la lluvia de la mañana. Anna, nuestra guía, no nos apuró; nos dejó unos segundos quietos antes de cruzar la vieja puerta. Señaló la Torre A y nos contó sobre las rutinas de seguridad y castigos, con una voz tranquila, sin dramatismos. Recuerdo tocar la fría reja de metal y pensar en lo común que parecía para un lugar con una historia tan dura. Ver de cerca la exposición de las “Marchas de la Muerte” hizo que todo dejara de ser un relato de libro y se sintiera real, vivido por personas de verdad. Sigo pensando en ese silencio dentro de los barracones.
No esperaba sentirme tan agotado en solo un par de horas, más por lo emocional que por lo físico. Anna nos dio tiempo para caminar por nuestra cuenta alrededor de la Estación Z y el Monumento Soviético (de 1961), con esa piedra roja desgastada que resalta entre tanto gris. Alguien del grupo intentó leer en voz alta una placa conmemorativa en alemán; todos sonreímos porque ninguno lo pronunció bien. No hay cafés ni tiendas dentro (lleva snacks o agua si vas), pero a nadie le importó. Se sentía bien mantener la sencillez en ese lugar.
Al salir de Sachsenhausen, Potsdam parecía otro mundo: el sol asomándose entre las nubes, jardines amplios, palacios con detalles dorados que brillaban. Seguimos a Anna por calles empedradas donde la gente pasaba en bici con cestas de pan o flores (juro que la mitad de Potsdam tiene bici). Ella nos explicó cómo esta ciudad se convirtió en residencia real hace siglos; es raro imaginar a reyes paseando por donde nosotros ahora caminábamos sin rumbo. También tuvimos tiempo libre; yo terminé sentado junto a una fuente comiendo una manzana que saqué de mi mochila porque olvidé el almuerzo (clásico mío), mientras veía a niños locales correr tras las palomas en el parque Sanssouci.
La excursión dura casi todo el día, saliendo desde Alexanderplatz en Berlín y visitando Sachsenhausen y Potsdam antes de regresar.
Sí, la entrada al campo de concentración Sachsenhausen está incluida en el precio del tour.
Incluye traslado en bus privado desde Berlín para todos los participantes.
Un guía profesional te acompaña durante toda la visita a Sachsenhausen y Potsdam.
No se incluyen comidas; se recomienda llevar agua y algo para comer, ya que no hay servicios dentro del campo.
Sí, se puede llevar a bebés y niños pequeños en cochecito o silla de paseo durante la excursión.
Los animales de servicio están permitidos en esta excursión.
El día empieza en Alexanderplatz, en el centro de Berlín.
Tu día incluye salida desde Alexanderplatz en bus privado, entradas al Memorial del Campo de Concentración Sachsenhausen, visitas guiadas en ambos lugares con un experto que comparte historias, y tiempo libre para explorar Potsdam antes de regresar juntos a Berlín.
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