Recorrerás los caminos olvidados de Gjirokastër desde el Bazar Viejo hasta las casas antiguas de Cfaka, cruzarás puentes que los locales casi ni notan y acabarás en el Puente Ali Pasha, rodeado de colinas y historias en calma. Ríe con tu guía, descubre detalles inesperados en cada puerta y siente como si entraras en la memoria de otro por un rato.
Abres los ojos y el aire trae ese olor intenso a piedra mojada tras la lluvia de anoche. Ya estamos en la plaza Cerciz Topulli, y nuestro guía—Erion, con su sonrisa fácil—nos llama por una calle lateral antes de que termine mi café. El bazar viejo ya no es un bazar, dice, pero si caminas despacio casi puedes oír los ecos de las voces del mercado. Las piedras del suelo están resbaladizas y desiguales. Casi me caigo, pero Erion se rió y me señaló una vieja puerta de madera tallada con dibujos que nunca había visto.
Después del puente Zerzebili (que parece más pequeño de lo que se siente al cruzarlo), nos metimos en Cfaka. Aquí todo es más tranquilo—solo se oye el tintineo lejano de una campana de oveja en la ladera y el suave ruido de nuestro grupo sobre las piedras. El aire huele distinto, a tierra húmeda y humo de chimenea. Algunas casas son tan antiguas que parecen a punto de desmoronarse si te apoyas demasiado. También hay una tekke aquí—de la orden Bektashi, dijo Erion—y trató de contarnos su historia mientras dos niños corrían persiguiéndose con palos.
El último tramo hacia el Puente Ali Pasha es casi todo cuesta arriba, pero no de manera agotadora—más bien como si te estuvieras ganando la vista. Recuerdo que me detuve a recuperar el aliento y vi ovejas dispersas por la ladera verde, su lana casi brillando con la luz de la mañana. El puente es de piedra rugosa y ahora cruza sobre nada más que flores silvestres y silencio. No esperaba sentir tanta calma parado ahí, la verdad. Quizá era el silencio o tal vez la sensación de pisar tantas capas de historia. Difícil de explicar.
El recorrido cubre varios barrios a pie; calcula medio día para hacerlo con calma.
No se menciona recogida; los tours comienzan en la plaza Cerciz Topulli de Gjirokastër.
Sí, los bebés pueden unirse; se permiten cochecitos aunque algunas calles son irregulares.
La ruta incluye el Bazar Viejo, el barrio de Cfaka, Dunavat y el Puente Ali Pasha.
No, solo se ofrece el servicio de guía, no incluye comida.
El tour implica calles empedradas y cuestas; no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares.
Tu paseo por Gjirokastër incluye un guía local que conoce cada atajo y cada historia en estas calles antiguas; la reserva mínima es para dos personas para mantener la experiencia cercana—no incluye almuerzo ni recogida, pero tendrás tiempo para detenerte donde te pique la curiosidad.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?