Saldrás rápido desde el puerto de Callao en Lima con un guía local, verás lobos marinos salvajes en las Islas Palomino, te pondrás un traje de neopreno para nadar entre ellos si quieres, y disfrutarás snacks mientras pasas por acantilados impresionantes y escuchas historias sobre aves guaneras y pingüinos. Es ruidoso, salado, a veces frío, pero inolvidable.
No esperaba que el agua oliera tan fuerte, la verdad. La mañana empezó en Callao, donde nuestro guía—Miguel, que parecía conocer cada barco en la bahía—nos señaló viejos buques de guerra y barcos pesqueros que se mecían en el agua. Había una mezcla extraña de diesel y sal en el aire, y ese sonido lejano de gaviotas peleando por algo invisible. No dejaba de entrecerrar los ojos mirando la isla San Lorenzo mientras pasábamos; Miguel dijo que está llena de historia, pero yo solo pensaba en lo seca y quemada por el sol que se veía desde el bote.
El viaje en lancha rápida hacia las Islas Palomino fue un poco movido (agárrate el sombrero si vas adelante). Todos nos quedamos en silencio al ver el primer grupo de lobos marinos—la verdad, hacen más ruido del que imaginaba. No es solo ladrido, es como si tuvieran toda una charla en esas rocas. Te acercas lo suficiente para olerlos (no es precisamente perfume), y por un momento dudé si realmente me metería al agua. Pero nos dieron trajes de neopreno—fríos y pegajosos contra la piel—y de alguna forma eso hizo que saltar fuera más fácil. Flotar ahí con decenas de lobos marinos nadando a tu alrededor es… bueno, todavía recuerdo cuando uno apareció justo a mi lado y me miró directo a las gafas. Extrañamente relajante.
Después, todos temblábamos un poco pero reíamos demasiado para preocuparnos. Pasaron algunos snacks—galletas y agua embotellada—y Miguel nos contó sobre las aves guaneras que anidan cerca, además de unos pingüinos de Humboldt que juraba nos observaban desde las rocas (yo solo vi uno). De regreso, pasamos junto a acantilados que parecían sacados de un sueño. El sol se sentía más cálido o tal vez era solo el alivio de estar otra vez en el bote. De cualquier forma, terminas sintiéndote un poco salado y vivo al mismo tiempo.
Sí, el nado con lobos marinos está incluido y se usan trajes de neopreno que te proporcionan en las Islas Palomino.
La experiencia completa dura alrededor de 2.5 horas desde la salida hasta el regreso.
Sí, durante el regreso sirven agua embotellada y snacks.
Si reservas el traslado desde Miraflores, pueden organizar la recogida; solo tienes que dar tu dirección.
No, no es obligatorio; puedes quedarte en el bote si prefieres.
Se recomienda traje de baño, toalla, gorra, protector solar y ropa abrigada o impermeable.
Sí, los niños mayores de 3 años pueden participar, pero deben ir acompañados por un adulto.
Un guía local profesional acompaña a cada grupo durante toda la experiencia.
Tu día incluye transporte en lancha rápida desde el puerto de Callao con un guía local que comparte historias durante el trayecto; todos los trajes de neopreno para nadar con lobos marinos; agua embotellada y snacks después del nado; baños a bordo; y recogida opcional en hotel si reservas con anticipación, para regresar juntos a la costa.
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