Sumérgete en el lado más oscuro de Londres con casas embrujadas y parques reales tras el anochecer, escucha relatos increíbles de Frankie, tu guía local, y navega por el Támesis pasando por la Torre de Londres—todo en una sola noche. Prepárate para escalofríos, risas y hasta piel de gallina viendo lugares conocidos bajo una luz totalmente nueva.
Aún recuerdo cómo cambió el aire cuando nos detuvimos frente a lo que nuestro guía llamó “la casa más embrujada de Londres.” Apenas había oscurecido, pero se sentía ese olor húmedo a musgo saliendo de los viejos ladrillos, y por un instante juré ver una cortina moverse en el piso de arriba. El grupo se juntó más, el móvil de alguien sonó (qué mal momento), y Frankie—nuestro guía—sonrió como si ya hubiera visto todo eso antes. Tenía esa manera de contar historias de fantasmas que te hacía reír un momento y mirar por encima del hombro al siguiente. Intenté sacar una foto, pero la mano me temblaba un poco. No sé si por nervios o por el frío.
Recorrimos los parques reales donde los árboles parecían casi negros contra el cielo, y Frankie señalaba lugares donde la gente juraba haber visto figuras vestidas a la usanza victoriana. No esperaba que realmente deseara ver algo (¿qué haría si lo viera?), pero hay algo en caminar esos senderos antiguos de noche que se te mete bajo la piel. Los sonidos de la ciudad se apagaron por un rato—solo pasos sobre grava y risas lejanas de otro grupo detrás de nosotros. Al llegar a la orilla del río, se hizo un silencio extraño antes de subir al barco. El Támesis de noche es otro mundo: luces parpadeando en el agua, viento frío en la cara, Londres luciendo a la vez hermoso y un poco inquietante.
El paseo en barco fue casi demasiado tranquilo después de tantas historias de fantasmas—salvo por un niño que no paraba de preguntar si veríamos espíritus en el agua (Frankie dijo que solo si le comprábamos una bebida). Navegamos frente a la Torre de Londres, que sinceramente se ve aún más amenazante desde abajo. Alguien intentó contar un chiste sobre el fantasma de Ana Bolena pero se quedó a mitad; tal vez el momento se puso demasiado real. Había té a bordo—derramé el mío porque intentaba fotografiar la torre iluminada contra las nubes. Pero valió la pena.
Sí, bebés y niños pequeños pueden ir en cochecitos; las historias son espeluznantes pero no gráficas.
La caminata cubre aproximadamente 1 kilómetro antes de subir al barco.
No, solo visitas exteriores, incluyendo la casa más embrujada de Londres y puntos como la Torre de Londres.
Sí, hay baño a bordo durante el paseo por el río.
El tour se realiza con cualquier clima; viste ropa adecuada para lluvia o noches frías.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de los puntos de inicio y fin.
Sí, los animales de servicio son bienvenidos en el tour.
El grupo máximo es de 35 personas por tour.
Tu noche incluye relatos con un guía profesional llamado Frankie mientras caminas unos 1 km por los parques reales embrujados, luego subes a un barco por el Támesis (con baño a bordo) para pasar frente a lugares como la Torre de Londres—todo accesible para sillas de ruedas o cochecitos y apto para todos los niveles físicos.
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