Recorre Madeira con un guía local: pisa el acantilado más alto de Europa en Cabo Girão, nada en piscinas volcánicas naturales en Porto Moniz, pasea entre plataneras y prueba ron fresco en una destilería antigua. Prepárate para cambios de clima, sonrisas cálidas y vistas que se quedan en la memoria.
Jamás olvidaré la sensación en mis rodillas en Cabo Girão. Empezamos nuestro tour por Madeira justo ahí, pisando ese balcón de cristal — a 580 metros de altura, con el viento tirando de mis mangas y el océano abajo que parecía irreal. Nuestro guía Rui sonrió ante mi duda (“Tranquilo, es seguro”) y señaló los barcos de pesca que se movían muy abajo. El aire olía a sal y a piedra mojada después de la lluvia. No esperaba sentirme tan pequeño tan temprano en el día.
Seguimos la costa pasando por Ribeira Brava, donde las campanas de la iglesia resonaban en las piedras antiguas, y luego entramos en Madalena do Mar, donde las hojas de plátano se mecían suavemente con la brisa. Almorzamos en Porto Moniz — piscinas volcánicas brillando bajo un sol testarudo, niños chapoteando mientras yo mojaba los pies y trataba de no parecer turista (fallé). Rui nos contó cómo antes los locales recogían algas para abono. Aún recuerdo esa vista: rocas negras, agua azul y risas de una mesa cercana.
El segundo día fue distinto — más viento en la cara en Ponta de São Lourenço, acantilados que caían directo al Atlántico salvaje. En Porto da Cruz entramos en una antigua destilería de ron; el lugar olía a azúcar y metal oxidado, con vapor silbando detrás de gruesas paredes. Un hombre mayor me mostró cómo mantienen las máquinas funcionando (“desde antes de que yo naciera”, dijo), y probé un sorbo de aguardiente que quemó hasta el fondo pero me dejó sonriendo.
Cuando llegamos al Pico do Arieiro — nubes que giraban lento a nuestro alrededor — estaba cansado pero feliz. El aire de la montaña sabía frío y puro. Las casas triangulares de Santana parecían sacadas de un cuento; tomé muchas fotos y nadie se molestó. Es curioso cómo dos días pueden sentirse como toda una temporada cuando todo es nuevo.
El tour dura dos días, cada uno de 9 a 17 horas.
Sí, el tour incluye servicio de recogida para los huéspedes.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o silla especial para bebés.
Sí, el Pico do Arieiro se visita el segundo día del tour.
Si el clima lo permite, podrás nadar en las piscinas volcánicas naturales de Porto Moniz el primer día.
El itinerario incluye paradas para almorzar con tiempo libre para comer cada día.
Los miradores de Cabo Girão, las piscinas volcánicas de Porto Moniz, los acantilados de Ponta de São Lourenço, las casas de Santana y el Pico do Arieiro son los principales atractivos.
El orden puede modificarse según las condiciones; se informará si hay cambios.
Tu viaje de dos días incluye recogida en el hotel cada mañana y todo el transporte entre los puntos de interés — desde el balcón suspendido de Cabo Girão hasta las coloridas casas de Santana — con tiempo suficiente para almorzar junto al mar o en pueblos de montaña.
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