Subirás descalzo la famosa Cascada Pegajosa de Chiang Mai (¡se agarra de verdad!), te refrescarás en pozas cristalinas y compartirás risas con locales y viajeros. El tour incluye recogida en van con aire acondicionado y un conductor amable que hace todo sencillo. Prepárate para sentir el agua fresca, guías alegres y recuerdos que te acompañarán mucho después de secarte.
Para ser sincero, casi pierdo la van porque subestimé el tráfico de la mañana en Chiang Mai — terminé corriendo la última cuadra con las chanclas haciendo ruido. Nuestro conductor sonrió cuando llegué, un poco sin aliento, y simplemente me hizo señas para que subiera al van con aire acondicionado como si nada. El viaje hasta la Cascada Pegajosa Bua Tong duró cerca de una hora, pero no se sintió largo; pasamos por campos de arroz y pequeños puestos en la carretera vendiendo frutas que parecían linternas verdes diminutas. Alguien en la parte de atrás preguntó si lo de “pegajoso” era verdad o solo un nombre. Nuestra guía (creo que se llamaba May) se rió y dijo, “Ya verás — no te preocupes por resbalar.”
Lo primero que me llamó la atención en la cascada no fue la vista, sino ese olor fresco a minerales mezclado con hojas mojadas. Había familias haciendo picnic cerca y niños gritando en tailandés. Las rocas parecían casi blancas como tiza bajo toda esa agua que corría. Cuando puse el pie sobre ellas, realmente se agarraban — nada resbaladizas, algo raro, como con textura arenosa. Empezamos a subir juntos, el agua salpicando por todos lados. En un momento perdí el equilibrio y agarré una raíz que sobresalía; May dijo algo animándome, pero solo alcancé a oír la mitad por el ruido del agua. Fue un poco tonto pero también liberador trepar así sin zapatos.
No esperaba reír tanto — cada vez que alguien se resbalaba (solo un poco), todos aplaudían o animaban. Había un señor mayor de Bangkok que no paraba de bromear diciendo que ahora era “la cabra montesa.” Todavía recuerdo lo fría que se sentía el agua de manantial en mis brazos cuando llegamos a uno de los niveles más altos; desde ahí podías mirar entre los árboles y ver cómo el sol brillaba en todas esas pozas abajo. Nos quedamos un rato antes de regresar a Chiang Mai — las piernas cansadas pero de esa manera buena.
El tour incluye transporte en vehículo con aire acondicionado desde Chiang Mai directamente hasta la Cascada Pegajosa Bua Tong.
Sí, las rocas ricas en minerales son naturalmente adherentes y aptas para la mayoría de niveles físicos; sin embargo, no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas cardiovasculares.
El trayecto toma aproximadamente una hora en cada dirección.
Incluye un conductor local; a veces también hay un guía que explica detalles en la cascada.
Usa ropa cómoda que no te importe mojar y lleva zapatos fáciles de quitar — la mayoría sube descalzo para mejor agarre.
Tu aventura de medio día incluye recogida en Chiang Mai en un vehículo con aire acondicionado y cinturones de seguridad para todos, además de un conductor local amable que te lleva seguro hasta la Cascada Pegajosa Bua Tong y de regreso — solo tienes que presentarte listo para escalar y refrescarte.
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