Recorre los lugares de rodaje de El Señor de los Anillos en Wellington: la cantera de Helm’s Deep, el silencio de Rivendell, la experiencia en Weta Workshop y las fotos en Hobbiton Woods. Incluye recogida y regreso al hotel para que solo te preocupes por disfrutar (y por sacar tu mejor imitación de hobbit).
Lo primero que recuerdo es el viento en la cantera de Dry Creek — no frío, sino inquieto, con ese aroma extraño a agujas de pino y polvo. Nuestro guía, Pete (que incluso trabajó como extra — nos mostró una captura borrosa), sonrió cuando alguien intentó encontrar Helm’s Deep en la roca. “Es pura magia de cine,” dijo, pero casi se veía si entrecerrabas los ojos. Volvimos al van, aún discutiendo cuál era la parte de Minas Tirith.
No esperaba que el río Anduin pareciera tan... tranquilo. El agua apenas se movía. Pete señaló dónde la Comunidad del Anillo remó hacia Amon Hen — contó que Viggo Mortensen se cayó ahí una vez (lo narró como una historia de fogata). En los jardines de Isengard, se oían cigarras y algunas flores silvestres asomaban; difícil imaginar a los orcos de Saruman pisoteando por ahí. Alguien intentó citar a Gandalf pero se equivocó y todos nos reímos.
Luego fue el turno de Rivendell — la verdad, se sentía un silencio que se te quedaba dentro. Hay un puente colgante que puedes cruzar si te atreves (yo lo hice, con el corazón a mil). Almorzamos cerca; nada lujoso, pero todos compartimos historias mientras comíamos sándwiches y tomábamos un café con sabor a quemado. Esa parte me gustó más de lo que esperaba.
Weta Workshop fue como asomarse detrás del telón — espadas de espuma por todos lados, pintura bajo las uñas de los artistas. Conocimos a Gollum (bueno, su estatua) y grabé un video haciendo voz de troll para mi sobrina. Luego, Hobbiton Woods: suelo cubierto de musgo, luz filtrada, alguien tarareando la melodía de la Comarca. Pete nos llevó por el “Atajo a los Hongos” y nos hizo agacharnos para las fotos donde Frodo se escondía del Jinete Negro — tonto pero divertido.
Terminamos en el mirador del Monte Victoria, con Wellington extendiéndose a nuestros pies, las luces de la ciudad encendiéndose mientras las nubes cruzaban el puerto. Por entonces, Courtenay Place ya estaba animado; Pete señaló el Embassy Theatre, donde se hicieron los estrenos mundiales — difícil no imaginar a la gente disfrazada justo ahí en la calle. A veces todavía pienso en esa vista cuando escucho la música de Howard Shore.
El tour dura todo el día con varias paradas en Wellington, incluyendo Weta Workshop y el mirador del Monte Victoria.
No, el almuerzo no está incluido, pero hay una parada para comer durante el día.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos si tu alojamiento está en el centro de Wellington.
Sí, los pasajeros de cruceros pueden ser recogidos en el puerto de Wellington si se selecciona al reservar.
Sí, se aceptan bebés y niños pequeños; se pueden usar cochecitos durante el tour.
Visitarás la cantera Dry Creek (Helm’s Deep), el río Anduin, los jardines de Isengard, Rivendell, Hobbiton Woods, el mirador del Monte Victoria y más.
Sí, un guía local con experiencia ofrece comentarios en vivo durante todo el día.
Harás una visita guiada a Weta Workshop para ver cómo se hacen los props y conocer a los artistas en acción.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en el centro de Wellington o desde el puerto de cruceros si es necesario; comentarios en vivo de un guía conductor experimentado; transporte cómodo en minivan con aire acondicionado; GST; además de la entrada a Weta Workshop para ver de cerca los props antes de volver al punto de partida en la ciudad.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?