Subirás a un tuk tuk privado en Marrakech con tu propio conductor (recogida incluida), recorriendo calles estrechas para descubrir los patios azulejados del Palacio de la Bahía, el color vibrante del Jardín Majorelle y el bullicio de los zocos y la plaza Jemaa el-Fna. Ríe, sorpréndete y guarda momentos que revivirás mucho después de volver a casa.
“No te preocupes, te acostumbrarás a los cláxones,” nos sonrió el conductor mientras nos apretujábamos en el pequeño tuk tuk frente a nuestro riad en Marrakech. No sabía si se refería a los coches o a los carros de burros que pasaban, pero tenía razón. La ciudad es ruidosa y vibrante, y de alguna forma el tuk tuk encaja perfecto, zigzagueando por callejones donde no entran los coches. No es como ningún taxi que haya tomado antes; siento el aire en la cara y el aroma a naranjas de un vendedor ambulante mientras arrancamos.
La primera parada fue el Palacio de la Bahía, que parecía pintado a mano solo para nosotros—azulejos por todos lados, la luz del sol reflejando en los patios. Nuestro conductor esperó afuera (no hay guía), así que paseamos a nuestro ritmo, asomándonos a habitaciones donde casi se escuchaban ecos de historias antiguas. Luego fuimos al Jardín Majorelle—ese azul no es solo azul, es algo único. Había pájaros por todos lados y por un momento olvidé el ruido de la ciudad. Mi pareja intentaba fotografiar cada cactus, pero se rindió porque siempre alguien se metía en la foto (clásico).
Después llegaron los zocos y wow—pensé que me abrumarían, pero estar sentado en el tuk tuk hizo más fácil absorber todos esos colores, gritos y olores a cuero y especias. No compramos nada (soy pésimo regateando), pero ver las negociaciones fue parte de la diversión. La plaza Jemaa el-Fna parecía un set de película: encantadores de serpientes, puestos de zumo de naranja, gente moviéndose en todas direcciones sin chocarse. El regreso fue más tranquilo; quizá estábamos cansados o Marrakech ya me había calado un poco. Aún recuerdo ese azul del Majorelle cuando cierro los ojos.
Sí, el transporte privado con recogida está incluido.
No, las entradas se compran por separado.
No, solo te acompaña el conductor.
El recorrido incluye Palacio de la Bahía, Jardín Majorelle o Jardín Secreto, Madrasa Ben Youssef, Museo Dar el Bacha, zocos, plaza Jemaa el-Fna y más.
Cada tuk tuk puede llevar hasta seis personas.
Sí, todos los transportes son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los bebés pueden ir en el regazo de un adulto o usar asientos especiales para bebés.
No se especifica duración exacta, pero cubre varios sitios principales en una sola salida.
Tu día incluye transporte privado en tuk tuk con recogida cómoda en tu alojamiento en Marrakech y un conductor local amable que te llevará entre sitios como el Palacio de la Bahía, Jardín Majorelle o Jardín Secreto, Madrasa Ben Youssef, Museo Dar el Bacha, la plaza Jemaa el-Fna y los zocos bulliciosos, para luego devolverte al punto de partida.
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