Cruza los impresionantes puertos de montaña desde Marrakech con tu propio conductor, disfruta un almuerzo en el vibrante corazón de Ouarzazate, explora los decorados en Atlas Studios y recorre la antigua kasbah de Ait Ben Haddou con un guía local. Paisajes cambiantes y sorpresas que recordarás mucho después de volver a casa.
Nunca imaginé ver nieve en Marruecos, pero ahí estaba—manchas blancas aferradas a las escarpadas laderas del Atlas mientras subíamos desde Marrakech. Nuestro conductor, Youssef, no paraba de contar historias sobre pueblos bereberes y señalaba a los pastores que salpicaban las colinas. El aire olía a piedra fría y diesel, y de vez en cuando frenábamos por cabras cruzando o simplemente para admirar el paisaje. La verdad, me alegré de que alguien más manejara esas curvas de infarto—no podía apartar la vista de los valles abajo.
Al llegar al puerto de Tizi-n'Tichka, todo parecía más grande. El viento me atravesaba la chaqueta (debí llevar otra capa), pero el silencio allí arriba era único—solo nosotros, algunos viajeros temblando junto a sus coches y esa inmensidad de montañas. Youssef nos hizo una foto y bromeó diciendo que nos haría parecer auténticos exploradores. Aún recuerdo esa vista cuando el ruido vuelve a casa.
Ouarzazate se sentía más cálido, polvoriento—otra energía distinta. Almorzamos un tagine en un local donde el dueño saludaba a Youssef como a un viejo amigo (quizá lo es). Intenté pronunciar “Ouarzazate” bien; el camarero se rió conmigo. La visita a los estudios de cine fue curiosa y divertida—estatuas egipcias bajo el cielo del desierto, restos de decorados. Los fans de Gladiator alucinarían aquí.
Pero entrar en Ait Ben Haddou fue como dar un paso lateral en el tiempo. Nuestro guía local nos llevó por callejuelas secas por el sol y nos dejó tocar las paredes de adobe—calientes y rugosas bajo mis dedos. Niños jugaban al fútbol fuera de las puertas de la kasbah mientras los vendedores saludaban en árabe y francés. Es increíble cuántas películas se han rodado aquí, pero sigue siendo un lugar vivo, no solo un escenario. De vuelta a Marrakech, vi cómo el crepúsculo caía sobre las colinas y traté de aferrarme a esa sensación—como si por un instante hubieras tocado algo antiguo y real.
El viaje dura varias horas en cada sentido, cruzando el Atlas por el puerto de Tizi-n'Tichka.
Sí, te recogen en tu alojamiento o en un punto cercano si no es accesible directamente.
Los guías hablan inglés, francés, español y árabe.
No se menciona almuerzo incluido; pararás a comer en Ouarzazate por tu cuenta.
Sí, el conductor hará paradas en puntos panorámicos como el puerto de Tizi-n'Tichka para fotos.
Sí; hay asientos especiales para bebés disponibles bajo petición.
Sí; ambos destinos forman parte del itinerario de esta excursión privada.
La visita a Atlas Film Studios está incluida; las entradas pueden pagarse localmente.
Tu día incluye recogida en hotel o punto de encuentro en Marrakech, transporte cómodo con aire acondicionado y seguro cruzando el Atlas, guía en inglés (o francés/español/árabe), además de un guía local que te espera en Ait Ben Haddou antes de llevarte de vuelta seguro a tu punto de partida por la tarde.
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