Surcarás la costa de Torbay en un rápido RIB, viendo focas tomando el sol en islas rocosas y aves llenando el cielo sobre reservas prohibidas. Tu guía local te contará historias mientras exploras calas ocultas y arcos naturales—y a veces hasta aparecen delfines. Prepárate para el aire salado en el pelo y momentos que recordarás mucho después de volver a tierra.
“¿Viste ese chapuzón?” gritó alguien justo cuando nuestro pequeño RIB pasaba rápido junto al primer saliente rocoso frente a Torquay. Yo todavía estaba ajustándome el chaleco salvavidas (te lo dan antes de subir), pero la verdad es que el aire frío del mar me despertó mejor que cualquier café. Nuestro guía — Pete, con ese humor seco típico de Devon — señaló un grupo de sombras oscuras tomando el sol en una roca. “Ahí tienes tu selfie con focas,” bromeó. El barco bajó la velocidad para que pudiéramos verlas moverse. Se olía el alga marina, fresca y verde, mezclada con el aceite del motor y la sal.
Navegamos bordeando la English Riviera, pasando por arcos de piedra caliza que parecían sacados de una peli de piratas. El agua golpeaba el casco con ritmos irregulares. Pete nos llevó cerca de una isla reserva de aves — no se permite desembarcar, lo que la hacía aún más misteriosa. Había araos por todos lados, sus cantos rebotando en la roca, y unos cormoranes delgados secándose las alas como si fueran los dueños del lugar. Intenté sacar una foto, pero acabé entrecerrando los ojos contra el viento y riéndome de mí mismo.
No esperaba interesarme mucho por aves o rocas antes de este viaje — pero cuando estás ahí, sintiendo la bruma en la cara y escuchando solo gaviotas y risas lejanas de otros barcos, algo te cala hondo. Seguíamos esperando ver delfines (Pete dijo que hay una manada residente), pero aunque no aparecieron, me sentí en paz flotando por esas calas escondidas. Los colores de Torbay cambian con cada nube; un momento es azul acero grisáceo, y al siguiente, turquesa brillante si el sol asoma. Es difícil explicar por qué eso se queda grabado.
No hay una duración exacta, pero la mayoría de los tours recorren varios puntos de avistamiento de fauna en la costa de Torbay.
Sí, cada pasajero recibe un chaleco salvavidas para todo el recorrido.
Pueden participar bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos o sillas de paseo a bordo.
A veces se ven delfines — hay una manada residente — pero no se garantiza su avistamiento.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas para facilitar el acceso.
Se pueden organizar asientos especiales para bebés más pequeños.
Podrás ver focas tomando el sol en las rocas y varias aves marinas como araos y cormoranes.
Tu salida incluye el uso de chaleco salvavidas durante todo el paseo en RIB, además de la compañía de un patrón local que conoce los mejores puntos para ver fauna a lo largo de la costa de Torbay—solo trae ganas de disfrutar (y quizás una chaqueta cortavientos) para empezar tu aventura sin complicaciones.
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