Adéntrate tras los muros gruesos de Shepton Mallet Prison con un tour autoguiado a tu ritmo, siguiendo mapas e historias que recorren 400 años. Toca las frías puertas de las celdas, escucha relatos en cajas de sonido y charla con el personal amable que comparte curiosidades o te indica el camino. Prepárate para momentos que se quedan contigo, incluso después de irte.
“¿Alguna vez te has preguntado a qué huele una prisión de verdad?” me preguntó mi amigo al cruzar las pesadas puertas de Shepton Mallet Prison. No supe qué responder, pero lo primero que noté fue ese aire fresco, un poco a humedad, como piedra vieja después de la lluvia. Tomamos la guía y el mapa que nos dio una mujer en recepción, que nos sonrió y nos dijo: “pierdanse un poco, pero para bien”. Y así lo hicimos. El lugar es más grande de lo que parece desde afuera, con muros altos y pasillos estrechos que hacen eco cuando ríes (algo raro en una cárcel, la verdad).
Pasaba la mano por los fríos barrotes de metal; tienen algo que se siente sólido y hasta reconfortante. Entramos en una celda donde alguien había dejado una pequeña grulla de papel sobre la litera. No sé si era parte del tour o una broma de algún niño, pero me hizo detenerme un momento. Por todo el recinto hay cajas de sonido; pulsas un botón y de repente escuchas historias de fugas o la rutina diaria de hace siglos. En un momento intenté leer en voz alta un cartel con mi mejor voz de “historiador serio”, pero terminé riéndome porque mi amigo empezó a hacer mímica de estar encerrado por robar pan.
El personal siempre estaba cerca si nos veían perdidos (que fue más de una vez), dispuestos a responder preguntas o señalar detalles que se nos escapaban — como rayones en la pared que alguien hizo contando los días. Es curioso pensar que aquí vivieron personas hasta 2013. También había familias con niños explorando, algunos empujando cochecitos por los suelos irregulares, todos metidos en sus pensamientos o bromas. Aún recuerdo ese silencio en algunos rincones — no da miedo, pero sí se siente denso.
Sí, las familias pueden explorar a su ritmo y se permiten cochecitos dentro.
Sí, los animales de servicio son bienvenidos en todo Shepton Mallet Prison.
Sí, Shepton Mallet Prison acepta perros.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas para llegar fácilmente.
Puedes explorar solo; el tour es autoguiado y tú marcas el ritmo.
El personal siempre está disponible para responder preguntas o ayudar.
Usarás cajas de sonido y paneles informativos distribuidos por la prisión.
El tour es apto para todos los niveles de condición física.
Tu día incluye la entrada a Shepton Mallet Prison con guía y mapa en mano; usarás cajas de sonido interactivas y paneles informativos mientras exploras. El personal amable siempre está cerca para ayudarte o responder dudas mientras recorres cada rincón a tu ritmo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?