Recorrerás el famoso Museo de Historia Natural de Oxford con un guía local que te hará preguntas que probablemente nunca habías considerado. Descubre las conexiones coloniales detrás de las exposiciones, toca las frescas columnas de piedra y ríe con momentos inesperados — todo mientras ves colecciones conocidas bajo una luz nueva que recordarás mucho tiempo después.
Entramos bajo el techo de cristal del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford, con los zapatos haciendo un ligero ruido sobre los viejos azulejos — siempre me fijo en ese sonido en salas grandes, no sé por qué. Nuestra guía, Anna, nos llamó junto al enorme esqueleto de iguanodón y preguntó: “¿Qué creen que es realmente natural aquí?” Nunca lo había pensado. Se respiraba un leve aroma a papel antiguo y algo mineral, quizá por las piedras milenarias que cubren las paredes.
Mientras avanzábamos entre vitrinas llenas de mariposas clavadas y placas fósiles, Anna no dejaba de lanzar preguntas — no como un examen, sino porque realmente quería saber qué pensábamos. Nos contó que muchas colecciones se juntaron en tiempos coloniales, y eso hizo que viera el museo con otros ojos. En un momento narró la historia de un coleccionista que enviaba especímenes desde India; intenté imaginar ese viaje — nada que ver con nuestra sencilla excursión a Oxford. Un niño preguntó si los dinosaurios alguna vez fueron rosas, y todos nos reímos (Anna incluida), pero ella aprovechó para hablar de cuánto damos por sentado en la ciencia.
Me encontré rozando una de las columnas de piedra — fría y rugosa — mientras Anna explicaba que hasta el edificio fue diseñado para mostrar la naturaleza como algo ordenado. Es curioso cómo puedes visitar museos toda la vida y nunca cuestionar por qué todo está dispuesto así. La visita no fue larga (quizá una hora), pero salí sintiendo que me habían revelado un secreto. A veces todavía pienso en ese iguanodón cuando veo fotos del museo en internet.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
La visita dura alrededor de una hora.
Sí, los animales de servicio están permitidos en todo el museo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del museo.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito durante el recorrido.
Tu experiencia incluye la entrada al Museo de Historia Natural de Oxford y un paseo guiado por un guía certificado de Uncomfortable Oxford™ que compartirá historias y te hará preguntas mientras exploran juntos.
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