Sentirás cómo se acelera tu corazón mientras deslizas y saltas por Stonycroft Ghyll en el Lake District, animado por nuevos amigos y guiado por locales que conocen cada rincón del agua. Los trajes de neopreno y el equipo te mantienen calentito (más o menos), y las fotos gratis capturan esos momentos salvajes que querrás guardar para siempre.
“¿Estás seguro de que has hecho esto antes?” le pregunté a nuestro guía, medio riendo, medio nervioso, mientras estábamos al borde de la primera poza. Él sonrió — esa sonrisa típica de la gente local de Cumbria, como si hubiera visto a cientos de turistas dudar justo ahí. El agua estaba más fría de lo que esperaba (incluso con los calcetines del traje de neopreno que nos dieron), pero me despertó de una forma genial. Alguien detrás de mí gritó al deslizarse por la roca — no voy a mentir, casi me echo atrás hasta que mi amigo se lanzó sin pensarlo. Después de ese primer chapuzón, se te olvida el frío y el miedo a quedar ridículo.
El ghyll es como una cinta estrecha de agua que baja entre rocas cubiertas de musgo — Stonycroft Ghyll, lo llamó nuestro guía “el scramble original”. Trepamos sobre grandes piedras resbaladizas por el musgo (me resbalé una vez, pero nadie le dio importancia), nos metimos por pequeños canales donde la luz entraba dorada y extraña, y luego nos turnamos para saltar a pozas que olían a tierra mojada y lluvia. Hubo un momento en que nos sentamos en una repisa para recuperar el aliento, escuchando solo el agua y alguna risa nerviosa que rebotaba en las piedras. No sé si era adrenalina o puro alivio.
No esperaba que termináramos animándonos tanto — al principio éramos completos desconocidos, pero a mitad del recorrido ya todos compartíamos historias de golpes y saltos fallidos. Nuestro instructor mantuvo el ritmo sin apurarnos; incluso nos enseñó a deslizarse pies primero por una sección (“¡confía en mí!” dijo — y sí, confié). Las fotos gratis fueron un detalle genial; mi pelo es un desastre en todas, pero se nota lo mucho que nos divertimos. Tres horas pasaron volando. Ahora cada vez que veo un arroyo rocoso, recuerdo esa sensación fría y emocionante.
La sesión dura unas 3 horas desde el inicio hasta el final.
No, solo necesitas sentirte cómodo en el agua, no es necesario ser un nadador experto.
Sí, incluyen trajes de neopreno, calcetines, guantes (en meses fríos), gorros y equipo de seguridad.
La actividad se hace en Stonycroft Ghyll, en el Lake District.
Sí, te dan fotos gratis de la actividad después.
El grupo máximo es de 12 personas por reserva.
No, no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas cardiovasculares.
Sí, hay opción de alquilar una GoPro si quieres grabar tu experiencia.
Tu día incluye todo el equipo necesario — traje de neopreno completo más calcetines, guantes y gorros si hace frío — además de instructores locales expertos que te guían por Stonycroft Ghyll. También te dan fotos gratis para que revivas esos momentos salvajes en casa.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?