Recorrerás las callejuelas de Durham con un experto local que da vida a marchas de mineros y leyendas de la catedral. Escucha historias de vecinos famosos (y sus fantasmas), detente en puentes que Turner pintó y disfruta momentos inesperados — risas por dragones o escalofríos frente a una antigua prisión. Quizá te vayas sabiendo más de lo que esperabas sentir.
Para ser sincero, creía que conocía Durham. Pero parado junto a la estatua de Lord Londonderry en el casco antiguo, nuestro guía empezó a contar desfiles de mineros y huelgas, y de repente la ciudad se sintió distinta. El aire tenía ese olor a piedra húmeda que solo se nota después de la lluvia (aquí siempre llueve), y me sorprendí imaginando a multitudes con gorras planas en vez de turistas con cámaras. Nuestro guía — un local que seguro conoce cada atajo — señalaba detalles que yo había pasado por alto cientos de veces, como las tallas en el puente Elvet o los nombres borrados en viejos pubs. Es curioso cuánto se pierde uno si no busca las historias.
Paramos en Old Elvet, frente al Hotel Indigo — que según dicen fue una prisión — y escuchamos sobre Mary Ann Cotton. La primera asesina en serie de Gran Bretaña. Nunca pensé que me daría escalofríos a plena luz del día, pero ahí estaba. El guía lo contó sin dramatismos, solo hechos y una sonrisa pícara. En el castillo de Durham (donde ahora viven estudiantes), mencionó avistamientos de fantasmas pero se encogió de hombros como diciendo “bueno, quizá”. Las campanas de la catedral resonaban sobre el río mientras cruzábamos el puente Prebends; alguien comentó que Turner pintó esta vista una vez. Intenté imaginarlo con sus ojos, pero sobre todo noté lo frías que tenía las manos agarrando la barandilla de piedra.
La parte de la leyenda del dragón junto al río me hizo reír — caballeros, brujas, maldiciones… y justo entonces una gaviota casi le roba el bocadillo a alguien en medio del relato. Muy típico de Durham. Terminamos en Silver Street donde nuestro guía contó una última historia sobre un personaje local que pasó de la pobreza a la riqueza; la verdad, yo seguía pensando en esos fantasmas del castillo. Este tour a pie por Durham no es solo fechas o datos — son personas, rarezas e incluso errores que se quedan contigo mucho después de irte.
Sí, el tour es familiar y adecuado para todas las edades.
Sí, todas las zonas y superficies son accesibles para sillas de ruedas durante todo el tour.
Sí, el Castillo de Durham forma parte del recorrido con historias contadas fuera de sus muros.
Sí, los animales de servicio son bienvenidos durante el tour.
No se especifica la duración exacta, pero incluye varias paradas por el centro de Durham.
Sí, la Catedral de Durham está incluida junto con historias sobre su historia y habitantes.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de inicio del tour.
Un residente local, graduado de la Universidad de Durham, es quien conduce la experiencia.
Tu día incluye relatos guiados por un experto en historia y folclore local mientras exploras a pie los monumentos del centro de Durham; todas las rutas son totalmente accesibles para sillas de ruedas o cochecitos, para que nadie se quede fuera.
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