Recorre las calles medievales de Canterbury con un guía oficial Green Badge que da vida a las historias de Becket, Chaucer y Marlowe. Explora callejones escondidos y entra en los tranquilos claustros de la catedral—fíjate en detalles que pasarías por alto solo. Aquí las leyendas se mezclan con risas. Quizá te quedes pensando en esas piedras antiguas mucho después de irte.
Lo primero que noté fueron las piedras irregulares bajo mis zapatos: esas calles antiguas de Canterbury realmente han visto siglos de pasos. Nuestra guía, Janet, nos llamó desde el Buttermarket, su placa verde brillando al sol (bromeó diciendo que era la única joya que podía llevar en el trabajo). Un leve aroma a café venía de una cafetería cercana, mezclado con ese olor a tierra vieja de las paredes. No esperaba reír tanto; Janet tenía el don de hacer que hasta las historias más sangrientas, como la de Becket, sonaran casi traviesas.
Nos metimos por callejones estrechos donde las casas parecen inclinarse para chismear. Señaló detalles pequeños: una cara tallada sobre una puerta, desgastada por la lluvia; una ventana torcida que lleva ahí desde antes de Chaucer. En un momento, sonó una campana detrás de nosotros y por un segundo olvidé en qué año estaba. Los claustros de la catedral estaban más tranquilos de lo que imaginaba: solo nuestro grupo y algunos estudiantes del King’s School cruzando el césped, con sus uniformes que destacaban entre tanta piedra.
Intenté pronunciar “Marlowe” con el acento kentés de Janet y fallé estrepitosamente (ella sonrió y dijo que sonaba más a Essex). Las historias siguieron llegando: años de peste, peregrinos, incluso revueltas campesinas, y de alguna forma todo se sentía cercano, no solo historia de libro. Terminamos cerca de la puerta de la ciudad, donde nos mostró las hendiduras en la piedra hechas por ruedas de carros; podías pasar los dedos por ellas si querías. Sigo pensando en esa vista de la calle, con la luz colándose entre los edificios. Es curioso cómo la historia cobra vida cuando alguien local te la cuenta.
El tour dura aproximadamente 90 minutos.
El tour incluye acceso a los claustros de la catedral, pero no al interior del templo.
Sí, hay tours privados para hasta 10 personas con reserva previa por £150.
Sí, todas las zonas y superficies del recorrido son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los niños son bienvenidos y pueden recibir una hoja de actividades y una ruta histórica con el guía.
Los tours son diarios a las 11 a.m.; de abril a octubre hay un tour extra a las 2 p.m. y durante vacaciones especiales.
Se permiten perros bien educados con correa corta, a discreción del guía.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar de encuentro.
Tu día incluye un guía oficial Green Badge de Canterbury que te llevará por las calles del centro y los famosos claustros de la catedral; los niños pueden pedir una hoja de actividades y una ruta histórica al llegar. La ruta es apta para sillas de ruedas y cochecitos, para que todos puedan disfrutar cómodamente.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?