Recorre senderos sombreados en el Parque de Reptiles de Bali con un guía local que conoce a cada animal (y sus manías). Atrévete a sostener una pitón, mira de cerca reptiles indonesios raros en shows en vivo y charla sin miedo con cuidadores apasionados. El parque es relajado y acogedor — tanto que olvidarás que estás en un “zoo.”
Confieso que no sabía qué esperar de un día en el Parque de Reptiles de Bali. La idea de estar cerca de serpientes y lagartos me ponía un poco nervioso, pero también tenía mucha curiosidad. Llegamos justo después de comer, el aire cargado con ese aroma dulce y terroso que solo se siente en Bali después de la lluvia. Nuestro guía, Made, nos recibió con una sonrisa y un tranquilo “no te preocupes, son más amigables de lo que parecen.” Me reí, aunque de los nervios mantuve las manos en los bolsillos los primeros minutos.
El parque está escondido entre una selva verde justo al lado de la carretera del Triángulo Dorado — la verdad, parecía más un jardín salvaje que un zoológico tradicional. Las hojas gigantes rozaban mis brazos mientras caminábamos entre los recintos. Made nos señaló un dragón de Komodo tomando el sol bajo una lámpara de calor (“no es tan perezoso como parece,” bromeó), y después nos dejó sostener una pitón bebé. Su piel era fresca y suave, nada babosa, algo que me sorprendió. Intenté decir “ular” (serpiente) en bahasa indonesia; Made me sonrió amablemente aunque seguro que lo dije mal.
Lo que realmente me impactó fue cuánto cariño le ponen los cuidadores a los animales. Uno nos mostró cómo alimentan a las iguanas a mano — movimientos lentos, voces suaves. Podías preguntar lo que quisieras; ninguna pregunta parecía tonta. Al final, nos sentamos en una pequeña cafetería al aire libre, con un té helado, escuchando a los pájaros y el ruido lejano de niños en excursión. No había mucha gente, así que nos quedamos más tiempo del planeado. Aún recuerdo ese momento bajo la sombra, sintiendo una paz rara rodeado de animales que antes me daban miedo.
Sí, todas las zonas y caminos son accesibles, incluyendo las opciones de transporte.
Sí, tu entrada incluye la guía de cuidadores amigables que están encantados de responder tus preguntas.
Sí, bebés y niños pequeños pueden visitarlo; se permiten cochecitos y carriolas dentro del parque.
Verás reptiles nativos de Indonesia como los dragones de Komodo y especies raras de todo el mundo.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas al Parque de Reptiles de Bali.
Sí, los encuentros con animales y todos los shows de reptiles están incluidos.
Una visita típica dura entre 1 y 2 horas, según tu ritmo e interés en los encuentros y shows.
Tu día incluye entrada al Parque de Reptiles de Bali, todos los impuestos y cargos cubiertos, acceso a todos los shows y encuentros con reptiles, además de la guía de cuidadores locales que responderán tus dudas — para que solo te concentres en explorar (y quizás sostener una serpiente si te animas).
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