Si quieres descubrir el lado oculto de Rajasthan—pozos escalonados antiguos, capitales abandonadas, la vida real de los pueblos—esta excursión de un día desde Jaipur es para ti. Viajarás cómodo, evitarás las colas y escucharás historias que dan vida a estos lugares.
El aire de la mañana en Jaipur siempre se siente un poco más fresco de lo que esperarías, sobre todo si te levantas antes del bullicio habitual de la ciudad. Nuestro conductor nos esperaba justo en la puerta del hotel—sin esperas, un saludo rápido y ya estábamos en marcha. El trayecto hasta Abhaneri no es largo, pero notarás cómo el paisaje cambia rápido: el ruido de la ciudad se desvanece y de repente todo son campos abiertos y algún que otro carro de camellos pasando lentamente. Pasamos junto a un puesto de chai con un techo de lona azul; el aroma a cardamomo se coló por la ventana un instante. Fue entonces cuando me di cuenta de lo lejos que ya estábamos de la ciudad.
Chand Baori no te impacta de golpe. Caminas hacia lo que parece un muro de piedra común y corriente, miras hacia abajo y ahí está, descendiendo en un patrón hipnótico de escalones. Nuestro guía, Ramesh, nos contó que el rey Chanda construyó este pozo escalonado allá por el siglo IX para ayudar a la gente a sobrevivir las épocas secas de Rajasthan. Hay más de 3,000 escalones, todos tallados con tal precisión que casi te confunden la vista si los miras mucho tiempo. Pasé la mano por la piedra fresca; está pulida por siglos de uso. Un par de mujeres con saris de colores vivos llenaban vasijas en el fondo, charlando como si fuera un día cualquiera.
Después de una breve pausa (y una botella de agua—créeme, la vas a necesitar), nos dirigimos hacia Fatehpur Sikri. El camino se pone un poco irregular en algunos tramos, pero nada fuera de lo común. Al acercarnos, aparecieron las puertas de arenisca roja, y de repente estás parado donde una vez caminaron emperadores. Ramesh señaló detalles que yo habría pasado por alto: arcos persas mezclados con tallados hindúes, desvaídos pero aún nítidos si los miras de cerca. Nos contó cómo Akbar construyó esta ciudad para Sheikh Salim Chishti, cuya tumba de mármol blanco reposa en silencio dentro del complejo. Es fácil imaginar cómo era este lugar cuando bullía de vida—aunque ahora, salvo algunos niños de excursión escolar y unas palomas, reina la tranquilidad.
La excursión completa suele durar unas 10-11 horas, incluyendo el tiempo de traslado entre Jaipur, Abhaneri y Fatehpur Sikri.
No, el almuerzo no está incluido, pero tu guía puede recomendarte lugares locales para parar a comer si quieres.
Sí, los niños son bienvenidos, pero deben ir acompañados por un adulto por razones de seguridad.
Si eliges esa opción al reservar, todas las entradas a los monumentos están incluidas en tu paquete.
Contarás con un coche privado con aire acondicionado y conductor local, todos los impuestos y combustible incluidos, acceso sin colas (si se selecciona), agua embotellada para el viaje y un guía experto que conoce estos sitios al detalle.
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