Descubre el Louvre a través de los ojos de tus hijos en este tour privado familiar por París: evita filas con entradas reservadas, sigue a un guía experto que mantiene a todos atentos y adapta la ruta según lo que quieran ver. Historias que se quedan y momentos que sacan sonrisas a todos.
Confieso que al principio me daba un poco de miedo llevar a los niños al Louvre en París. El lugar es enorme, podrías perderte por días si no tienes cuidado. Pero cuando vimos a nuestra guía afuera (agitando una bufanda llamativa para que no la perdiéramos de vista), me tranquilicé rápido. Empezó contándonos una historia sobre las antiguas murallas de la fortaleza bajo nuestros pies; nunca imaginé que el museo tuviera un pasado tan fascinante antes de ser todo mármol y pirámides de cristal. Lo que más me sorprendió fue que los niños realmente prestaron atención.
Ya dentro, con las entradas reservadas, evitamos esa fila que parecía interminable (menos mal). El aire olía a libros viejos y pasillos de piedra, difícil de describir pero de alguna forma acogedor. Nuestra guía fue genial con los niños, les hacía preguntas sobre lo que veían en cuadros de Géricault o Delacroix. En un momento nos hizo intentar decir “Venus de Milo” en francés; Li se rió cuando lo intenté, seguro que lo dije fatal, pero bueno. También vimos la Mona Lisa, claro; en realidad es más pequeña de lo que imaginas, pero la multitud que la rodea es otro mundo. Nuestro hijo menor solo quería saber por qué no sonríe bien.
Lo mejor fue lo relajado que se sintió todo. Sin presión para correr o ver cada obra famosa, podíamos quedarnos más tiempo en las esculturas o pasar rápido por lo que no les llamaba la atención. La guía incluso nos dejó elegir entre visitar los apartamentos de Napoleón o buscar gatos del antiguo Egipto (adivina qué ganó). Y cuando uno de los niños se cansó, encontró un banco tranquilo junto a una ventana donde la luz del sol hacía bailar el polvo en el aire—parece una tontería, pero esa imagen me quedó grabada.
Sí, está pensado especialmente para familias y niños de todas las edades, con guías expertos en trabajar con ellos.
Puedes elegir entre 2 o 3 horas según las necesidades e intereses de tu familia.
Sí, las entradas para adultos están incluidas; los niños menores de 18 entran gratis pero deben llevar identificación.
Sí, con las entradas reservadas evitas la fila principal para entrar.
Sí, todas las áreas y superficies del tour son accesibles para sillas de ruedas.
Verás lo más destacado como la Mona Lisa, Venus de Milo, la Victoria de Samotracia y otras según tus intereses.
Te encontrarás con tu guía privado fuera del Louvre para entrar juntos.
Tu día incluye entradas reservadas para adultos al Louvre (los niños entran gratis), un guía historiador de arte privado especializado en familias y niños, horarios flexibles de 2 a 3 horas según las necesidades del grupo, y relatos que hacen que las obras cobren vida—todo sin preocuparte por perderte en esos pasillos interminables.
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