Seguirás a una guía local por las callejuelas alrededor de Notre Dame y la orilla del Sena, harás una parada frente a Shakespeare and Company para respirar ese aroma a papel antiguo, y entrarás a Sainte Chapelle con la entrada incluida para admirar sus vitrales llenos de color. Prepárate para pequeñas sorpresas — risas de la guía o un silencio inesperado — y llevarte mucho más que fotos.
“C’est fermé aujourd’hui,” me dijo el hombre mayor en el quiosco de la esquina, señalando hacia Notre Dame. Se encogió de hombros y me dio un periódico igual — supongo que mi acento francés le sacó una sonrisa. Nuestra guía, Camille, ya nos esperaba junto a la desgastada verja de hierro de la catedral. No nos apuró; en cambio, nos contó cómo las campanas sonaban diferente desde el incendio. No lo había notado hasta que lo dijo, pero esa mañana había un silencio especial en la plaza, como si todos estuvieran escuchando algo que faltaba.
Recorrimos la orilla del Sena, pasando puestos de flores y una pareja que discutía en francés rapidísimo (alcancé a entender tres palabras). Camille nos llevó por callejuelas serpenteantes de la Île de la Cité — la verdad, perdí la noción de en qué siglo estábamos. Paramos frente a Shakespeare and Company. El olor a libros viejos se escapaba cuando alguien abrió la puerta; quise asomarme, pero me distrajo un músico callejero tocando “La Vie en Rose” en un acordeón. Parecía casi una escena preparada, pero también muy real — así es París.
Luego tocó la entrada privada a Sainte Chapelle. Adentro, la luz del sol atravesaba esos vitrales salvajes — no solo colores, sino historias enteras flotando allá arriba. Camille nos explicó algunas escenas bíblicas (confieso que me perdí un momento, hipnotizado viendo cómo la luz se movía sobre mis manos). Hubo un instante en que todos callaron al mismo tiempo, hasta los niños. Es curioso cómo la historia te envuelve por todos lados, pero a la vez estás ahí pensando en el almuerzo o en lo cansados que están tus pies. En fin, a veces todavía recuerdo ese resplandor azul.
Sí, la entrada a Sainte Chapelle está incluida en el tour.
No, este tour es solo por el exterior alrededor de Notre Dame; la entrada al interior es independiente y gratuita para todos los visitantes.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y los bebés pueden ir en brazos de un adulto.
El itinerario incluye una parada frente a Shakespeare and Company; la entrada depende del tiempo y el interés del grupo.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca del punto de encuentro en la Île de la Cité.
La caminata entre Notre Dame y Sainte Chapelle es corta, solo unos minutos a pie por la Île de la Cité.
No, este tour a pie no es accesible para sillas de ruedas.
Tu día incluye un paseo guiado al aire libre alrededor de la catedral de Notre Dame con historias contadas por tu guía local, tiempo frente a la librería Shakespeare and Company y la entrada a Sainte Chapelle para que disfrutes sus famosos vitrales desde dentro antes de volver a las animadas calles de París.
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