Recorrerás senderos entre koalas y tigres, volarás sobre Balboa Park en el teleférico Skyfari y descansarás en un tour en bus al aire libre—todo incluido en tu entrada al San Diego Zoo. Verás a niños maravillarse con tortugas gigantes o intentar descubrir los nidos ocultos de los pájaros tejedores. Un día lleno de sorpresas y momentos salvajes—a veces ruidosos, a veces tranquilos—que recordarás mucho tiempo después.
No esperaba que lo primero que oliera al entrar al San Diego Zoo fuera eucalipto — ni palomitas ni protector solar, sino ese aroma fresco y verde que venía de arriba. Resultó ser el recinto de los koalas (nuestro guía, Luis, sonrió cuando pregunté si no se aburren de ese olor). Apenas habíamos pasado la entrada cuando un grupo de niños corrió gritando “¡la tortuga gigante!” y, sinceramente, me sentí igual de emocionado. Hay algo especial en ver animales que solo habías leído — tortugas de Galápagos caminando despacio, osos polares nadando en círculos — que te hace sentir como un niño otra vez.
El teleférico Skyfari fue toda una sorpresa para mí. Flotas justo sobre las copas de los árboles y de repente ves flamencos agrupados como comas rosas en el estanque. El aire allá arriba es más tranquilo de lo que imaginas; solo viento y sonidos lejanos de animales. Más tarde usamos nuestro pase ilimitado para el tour en bus cuando las piernas empezaron a quejarse (el zoológico es más grande de lo que parece en el mapa). El conductor nos señaló pequeños pájaros tejedores construyendo nidos que parecían cestas colgantes — dijo que son sus favoritos porque no paran de trabajar, ni siquiera cuando nadie los ve.
Me perdí cerca del Wildlife Explorers Basecamp — no perdido de verdad, sino distraído por tanto ruido y color. Los niños corrían entre túneles de selva nebulosa y domos del desierto; una niña pegó su cara al vidrio donde un lagarto le guiñó un ojo. La comida fue sencilla, pero sentarse bajo las palmeras con un sándwich mientras los pavos reales desfilaban cerca fue un momento perfecto. Es fácil olvidar que sigues dentro de San Diego hasta que ves el centro de la ciudad entre el bambú.
Me fui con tierra en los zapatos y demasiadas fotos borrosas de lémures (se mueven rápido). Aún recuerdo ese instante en el teleférico, deslizándome sobre todo por un par de segundos, sintiéndome pequeño y afortunado. Si buscas una escapada desde el centro de San Diego que te transporte a otro mundo, esta es la opción.
Tu entrada es válida cualquier día dentro del año siguiente a la compra; solo muéstrala al entrar.
Sí, el pase incluye uso ilimitado del teleférico Skyfari y el tour guiado en bus.
Sí, se permiten cochecitos y sillas de ruedas; también hay alquileres cerca de la entrada si los necesitas.
Sí, los animales de servicio pueden acceder a todas las áreas del zoo.
No, no incluye comidas; hay opciones para comprar dentro del zoológico.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de Balboa Park, donde está el zoológico.
El zoológico es totalmente accesible para sillas de ruedas; todas las áreas y caminos son aptos para silla o cochecito.
Consulta la web del zoo para info actual sobre tickets con horario o filas de espera para ver a los pandas.
Tu día incluye entrada al San Diego Zoo con pase ilimitado para el teleférico Skyfari y el tour guiado en bus—solo muestra tu entrada al llegar (no se requiere recogida en hotel), además de acceso completo a todos los hábitats y exhibiciones del famoso parque de Balboa.
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