Caminarás bajo cedros imponentes en la selva de Ketchikan, te asegurarás en un arnés para recorrer cuerdas y tirolesas sobre el suelo cubierto de musgo, y volarás sobre el agua con tu guía animándote. Prepárate para risas nerviosas, botas embarradas y esa sensación salvaje que solo sientes cuando sales totalmente de tu zona de confort.
No sabía qué esperar de una “selva tropical” en Alaska, pero al bajar del barco en Ketchikan, me llegó un aroma a tierra húmeda—cedro mojado, musgo, algo fresco y verde. Nuestra guía, Jamie (que creció aquí), me dio un casco y sonrió como si supiera que estaba nervioso. El arnés se sentía raro al principio. No incómodo, sino… real. Se escuchaban cuervos por encima y el crujir de botas en el sendero mientras caminábamos bajo esos árboles gigantes—la verdad, parecían más viejos que el tiempo.
La primera sección de cuerdas estaba más alta de lo que parecía desde abajo. Tenía las manos sudadas (no solo por la humedad), pero Jamie soltó un chiste sobre “barras para monos al estilo Alaska” y de repente todo se sintió menos serio. En un momento, a mitad del camino, miré hacia abajo—solo helechos y raíces enredadas—y caí en cuenta de lo alto que estábamos. Alguien detrás se rió nervioso; creo que eso nos relajó a todos. La palabra clave para mí fue adrenalina. No es solo una tirolesa; estás moviéndote dentro mismo del dosel.
Cuando llegamos a la séptima tirolesa, mis piernas ya no temblaban y casi me dio pena que terminara tan pronto. La última plataforma sobresalía justo sobre el agua—el viento en la cara, el olor a sal en la nariz. Jamie señaló dónde nadan los salmones abajo (yo no los vi, pero fingí que sí). Esa última tirolesa sobre el agua se me quedó grabada; te sientes pequeño y salvaje al mismo tiempo. En el camino de regreso al puerto nos reímos de cómo nos había quedado el pelo con el casco—ya a nadie le importaba.
No hay un tiempo exacto, pero calcula varias horas incluyendo el equipo y el traslado desde el puerto.
Sí, la recogida y regreso al puerto están incluidos en la reserva.
Ropa cómoda para exteriores y zapatos cerrados; prepárate para barro o algo de lluvia.
Sí: altura mínima 1,37 m (4 pies 6 pulgadas), peso mínimo 30 kg (70 libras), peso máximo 127 kg (280 libras).
No incluye almuerzo; lleva snacks si quieres antes o después.
No se necesita experiencia—los guías te explican todo y te dan el equipo de seguridad.
Tu día incluye todo el equipo de seguridad necesario más recogida y regreso directo al puerto de cruceros de Ketchikan para que no tengas que preocuparte por nada—solo trae ganas (y tal vez un par extra de calcetines si eres tan torpe como yo).
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