En esta excursión desde Las Vegas cruzarás desiertos y ríos, con recogida incluida y tiempo para explorar miradores icónicos como Mather Point y Bright Angel Trail. Vive momentos auténticos: aire del desierto por las ventanas abiertas, avistamientos de fauna y almuerzo con vistas al cañón. El viaje de vuelta te da espacio para absorberlo todo.
Lo primero que recuerdo es el silencio extraño que se apoderó del autobús al cruzar el puente Mike O’Callaghan–Pat Tillman. Todos pegamos la cara a las ventanas — se veía el río Colorado cortando las rocas muy abajo, casi irreal por ese azul intenso que contrastaba con la piedra seca y quemada por el sol. Nuestro guía, Marco, señaló algunos grafitis antiguos en las rocas (de antes de que los prohibieran) y luego nos dejó simplemente contemplar. Era temprano pero ya hacía calor, ese aire seco de Nevada que se colaba cada vez que alguien abría una barrita de granola.
No esperaba sentirme tan pequeño atravesando el desierto de Mojave. El paisaje se extiende sin fin — los árboles de Joshua brotan como fuegos artificiales verdes, el polvo se levanta detrás de nosotros. En un momento vimos un par de alces a la sombra; Marco bajó la velocidad para que pudiéramos verlos bien, pero a ellos no les importamos nada. Hay WiFi en el autobús, pero la verdad casi ni toqué el móvil, solo para sacar fotos cuando el paisaje se tornaba dorado.
Cuando por fin llegamos a Mather Point en el South Rim del Gran Cañón, fue casi demasiado para asimilar de golpe. El viento se sentía más fresco y capté ese olor a pino mezclado con algo metálico — tal vez de las rocas calentándose al sol. La gente guardó silencio un momento, solo mirando ese enorme vacío. Di un paseo por el sendero Bright Angel (sin alejarme mucho, las alturas no son lo mío) y vi a un guardabosques mostrar a unos niños cómo detectar cóndores aprovechando las corrientes térmicas. El almuerzo fue sencillo pero justo lo que necesitaba después de tanto quedarme mirando al infinito.
De regreso a Las Vegas, alguien empezó a contar su primera vez viendo montañas cuando era niño. Me hizo pensar en cómo a veces viajas horas solo para estar en un lugar y sentirte pequeño por un rato — y que, de alguna manera, vale cada minuto.
El trayecto en autobús dura unas 5 horas por cada sentido.
Sí, el almuerzo está incluido durante la visita al South Rim.
El tour incluye recogida en puntos céntricos cerca de la Strip de Las Vegas.
Sí, la entrada al Gran Cañón está cubierta con la reserva.
Sí, el autobús cuenta con WiFi durante todo el viaje.
Visitarás Mather Point, la zona de Bright Angel Trail, El Tovar, Hopi House, Kolb Studio y otros miradores emblemáticos.
Sí, los niños son bienvenidos; menores de 2 años que no ocupen asiento viajan gratis acompañados de un adulto.
Es posible avistar alces o ciervos mula en zonas boscosas cercanas al cañón.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde puntos en la Strip de Las Vegas, entrada al Gran Cañón, agua embotellada y una barrita de granola a bordo (no se permite alcohol), WiFi confiable durante el trayecto y tiempo suficiente para disfrutar los mejores miradores del South Rim antes de regresar cómodamente.
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