Remarás por aguas tranquilas en Fort Myers con un guía local, avistando delfines que salen a la superficie y manatíes que pastan bajo los manglares. Habrá tiempo para pasear por playas de arena blanca y escuchar historias sobre la naturaleza salvaje de Florida. Prepárate para risas, aire salado y momentos que recordarás mucho después de secarte los pies.
Lo primero que me llamó la atención fue el silencio extraño sobre el agua — solo el suave chapoteo de los remos, casi hipnótico. Nuestro guía, Tom (que es de aquí), señaló un pelícano posado como un viejo gruñón en un poste. El aire olía a sal, pero también a algo verde, si se puede decir así — tal vez por los manglares. Estaba entrecerrando los ojos buscando delfines porque, para ser sincero, no estaba seguro de que realmente veríamos alguno. Pero de repente hubo un soplido fuerte y todos nos giramos. Un delfín salió justo al lado nuestro, exhalando tan fuerte que me hizo reír en voz alta. Es difícil explicar lo cerca que te sientes de ellos cuando estás a nivel del agua, no solo mirando desde un bote.
Me daba un poco de miedo mantener el equilibrio en la tabla de paddle (nunca lo había probado), pero Tom me enseñó a arrodillarme primero y luego levantarme despacio — “como si te estuvieras acercando sigilosamente al desayuno”, bromeó. Detrás de mí había una familia con dos niños que gritaban cada vez que veían algo moverse en el agua. En un momento pasamos junto a esas formas grises y gorditas que comían tranquilas cerca de las raíces — manatíes del Caribe, que según Tom son bastante raros fuera de Florida. Se movían tan despacio que parecía que el tiempo se detenía por un segundo. El sol ya estaba fuerte y sentía los hombros empezando a ponerse rojos.
Hicimos una parada en una franja de arena blanca que parecía sacada de un fondo de pantalla (acabé con arena por todos lados). Tom nos contó historias del viejo Fort Myers — piratas, huracanes, todo eso — mientras buscábamos conchas y pedacitos de coral. Alguien encontró un caracol marino vivo y todos nos acercamos; se sentía baboso pero bastante interesante. La verdad, no esperaba sentirme tan conectado con las tortugas marinas o las estrellas de mar, pero verlas tan de cerca me hizo querer protegerlas. Nos quedamos más tiempo del planeado porque nadie tenía ganas de irse todavía.
No, no se requiere experiencia; los guías ayudan a los principiantes a sentirse cómodos en las tablas.
Sí, niños desde los 6 años han disfrutado exitosamente del tour.
Sí, se proporcionan tablas, remos y chalecos salvavidas para todos.
Es común verlos, pero no se puede garantizar porque la fauna es impredecible.
Sí, se hace una parada en las playas de arena blanca de Fort Myers.
No se especifica la duración exacta, pero es apto para todas las edades y niveles físicos.
Sí, los animales de servicio están permitidos según la información del tour.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de partida.
Tu día incluye tablas de paddle, remos y chalecos salvavidas — solo llega listo para mojarte los pies y llenarte de arena. Estarás acompañado por un guía local que sabe dónde encontrar delfines y manatíes, además de tiempo para relajarte en las playas de arena blanca de Fort Myers antes de regresar.
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