Podrás ver de cerca el impresionante puente de Ronda, pasear por calles empedradas con un guía local y empaparte de la auténtica vida de los pueblos andaluces—todo sin preocuparte por conducir o orientarte. Si buscas un día que combine historia, paisajes y esos pequeños momentos que solo conocen los locales, esta excursión vale la pena.
Salir de Sevilla siempre es una pequeña sorpresa: un momento estás en la ciudad y al siguiente recorres olivares y casas encaladas. Nuestra guía, Carmen, tenía una lista de canciones andaluzas clásicas sonando suavemente mientras serpenteábamos por el campo. El aire olía ligeramente a hierbas silvestres cuando paramos para un café rápido en una venta junto a la carretera. Si te gustan los aperitivos locales, prueba una porción de torta de aceite; es dulce y hojaldrada, perfecta con un café español bien cargado.
Al llegar a Ronda, no puedes perderte la plaza de toros. Aunque no te guste la tauromaquia, hay algo especial en ese lugar—quizá sean todas esas historias de Hemingway o simplemente la forma en que los locales hablan de ella con orgullo. No entramos (la entrada no está incluida), pero Carmen nos contó anécdotas sobre matadores famosos e incluso señaló una placa dedicada a Orson Welles. La ciudad parece un decorado de película: callejuelas estrechas, pequeñas tiendas de artículos de cuero y, si vienes en otoño, el aroma ocasional de castañas asadas.
El Puente Nuevo es impresionante—estar sobre ese desfiladero te hace sentir un cosquilleo en el estómago. Lo vimos desde ambos lados; sinceramente, el mirador inferior ofrece esa imagen de postal que todos quieren capturar. El río abajo suena más fuerte de lo que esperaba, especialmente después de la lluvia. Más tarde, paseando por el casco antiguo de Ronda, entramos en pequeñas iglesias y recorrimos la Calle Espinel. Hay tiempo para comprar o simplemente sentarse con una bebida fría y observar a la gente. Grazalema fue nuestra última parada—un pueblo tranquilo con macetas llenas de flores en cada ventana y un aire de montaña que huele más puro que en cualquier otro lugar de España que haya visitado.
Sí, el transporte y la mayoría de las paradas son accesibles para sillas de ruedas. Indícanos tus necesidades al reservar para que todo sea cómodo.
Tendrás tiempo libre en el casco antiguo de Ronda para comprar o picar algo—solo pregunta a tu guía por recomendaciones de productos locales o souvenirs.
La visita guiada a pie y el transporte están incluidos. Las entradas a ciertos sitios como la plaza de toros no están cubiertas, pero tu guía te informará dónde se necesitan tickets.
Tu vehículo privado con un conductor experto te recogerá en tu hotel en Sevilla. Tendrás una visita guiada a pie por el casco antiguo de Ronda (unas dos horas), además de paradas en el Puente Nuevo y Grazalema. Todo el transporte entre Sevilla, Ronda y Grazalema está incluido—y nuestros guías hablan varios idiomas para que todos se sientan bienvenidos.
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