Comienza tu día recorriendo las tranquilas carreteras alrededor del Loch Ness desde Inverness, con paradas para disfrutar las vistas en la playa de Dores y paseos por senderos boscosos hasta cascadas escondidas. Explora las antiguas piedras del Castillo de Urquhart con historias de tu guía, y navega por el Loch Ness en un crucero — quizá descubriendo algo misterioso en sus aguas profundas.
Ya estábamos recorriendo el Canal Caledoniano cuando me di cuenta de lo cerca que está Inverness de estas aguas salvajes. Nuestra guía, Isla, señaló el primer vistazo al Loch Ness entre los pinos: estaba ahí, oscuro y quieto, extendiéndose como si no tuviera fin. Paramos en Dores, un pueblito con una playa de guijarros desde donde se ve casi todo el lago. Olía a piedra mojada y aire frío. El perro de alguien ladraba a las olas (quizá esperando a Nessie). Intenté sacar una foto, pero la verdad es que no captaba lo que se siente al estar allí.
La bajada a las Cataratas de Foyers fue más empinada de lo que esperaba — agujas de pino bajo los pies, ese olor a tierra mojada tras la lluvia de la noche anterior. Isla nos contó que Robert Burns visitó este lugar hace siglos; al parecer escribió un poema sobre estas cataratas. El agua caía con fuerza en una garganta escondida y por un momento nadie dijo nada. Luego sonó un teléfono (clásico) y todos nos reímos. La comida en Fort Augustus fue viendo cómo los barcos pasaban por las esclusas del canal mientras probaba algo llamado Cullen skink — una sopa cremosa de pescado, no tan rara como suena.
No esperaba sentir mucho por el Castillo de Urquhart, pero recorrer sus muros rotos justo al borde del Loch Ness fue otra historia. Se nota la antigüedad de todo — piedras pulidas por siglos de clima y quién sabe cuántas batallas. Isla nos contó alguna historia de incursiones de clanes; la mitad la escuchaba, la otra mitad miraba cómo cambiaba la luz sobre el agua. El crucero de una hora después fue casi demasiado tranquilo para tantas leyendas — solo el viento en la cara y esa extensión infinita de agua bajo nosotros. No vimos monstruos (a menos que cuente el selfie sombrío de Pete), pero de algún modo eso lo hizo aún mejor.
La excursión dura unas 7 horas, saliendo y regresando a Inverness el mismo día.
No incluye comida, pero hay una parada para almorzar en Fort Augustus o Drumnadrochit según la fecha.
Sí, la entrada al Castillo de Urquhart está incluida en el precio.
Sí, se incluye un crucero Jacobite de una hora por Loch Ness.
El grupo tiene un máximo de 16 personas para una experiencia más personalizada.
El tour sale desde la parada de autobús junto a la Catedral de Inverness en Ardross Street (IV3 5NS).
No se permiten niños menores de 5 años en esta excursión.
Sí, el transporte es en un minibús Mercedes de 16 plazas con conductor-guía.
Tu día incluye transporte cómodo en minibús con recogida en el centro de Inverness, entradas para el Castillo de Urquhart y el crucero Jacobite de una hora por Loch Ness, además de historias y guía local. También hay tiempo para comer en Fort Augustus o Drumnadrochit antes de regresar a la ciudad.
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