Te acercarás a las pirámides y sitios antiguos más famosos de Egipto con un guía local que conoce cada atajo y leyenda. Ideal si buscas historia sin complicaciones—y con tiempo de sobra para fotos y preguntas durante el recorrido.
Lo primero que noté al salir del hotel fue el aire seco de la mañana—El Cairo es un poco polvoriento pero lleno de vida, incluso antes del desayuno. Nuestro guía, Ahmed, ya nos esperaba afuera con un cartel (mi nombre escrito con marcador azul). Tenía esa manera sencilla de conversar que hizo que el viaje hacia Giza se sintiera más como una escapada por carretera que una excursión. Pasamos por pequeños puestos de fruta y tuk-tuks que se entrelazaban en el tráfico. Ahmed señaló el nuevo Gran Museo Egipcio a nuestra izquierda—dijo que abrirá pronto, pero hoy todo giraba en torno a las maravillas antiguas.
De pie al pie de la Gran Pirámide de Keops, es imposible no sentirse diminuto. Los bloques de piedra caliza son rugosos al tacto—más frescos de lo que uno esperaría bajo el sol matutino. Ahmed explicó que cada pirámide pertenecía a un rey diferente: Keops, Kefrén (su hijo) y Micerino. Paseamos para tomar fotos (él conocía todos los mejores ángulos), luego caminamos hasta la Esfinge para verla de cerca. Se percibe un leve aroma a caballos de los establos cercanos y se escuchan vendedores ofreciendo paseos en camello—no son insistentes, solo parte del ambiente.
Saqqara fue la siguiente parada—un lugar más tranquilo comparado con Giza. La Pirámide Escalonada de Zoser parece casi inacabada de cerca, pero Ahmed nos contó que es en realidad la más antigua de todas en Egipto. Aquí sopla una brisa que levanta pequeñas nubes de arena; me encontré varias veces quitando polvo de la lente de la cámara. Después, nos dirigimos a Menfis. Hoy es más bien un museo al aire libre—una estatua gigante de Ramsés II recostada y una esfinge de alabastro que brilla blanca bajo el sol del mediodía. A primeras horas de la tarde ya estábamos de vuelta en El Cairo, cansados pero felices. Si quieres aprovechar para ver más lugares o comer en algún sitio local, solo dilo—son bastante flexibles.
¡Por supuesto! La excursión es apta para cochecitos y hay opciones para asientos de bebé si es necesario. A los niños generalmente les encanta explorar estos lugares.
Se camina un poco en cada sitio, pero nada agotador. El vehículo te deja cerca de cada entrada.
¡Sí! Solo avisa a tu guía qué te interesa—están encantados de ajustar el plan o sugerir lugares extra si tienes tiempo.
Sí, todas las entradas están cubiertas para que no necesites llevar dinero extra para acceder a los sitios.
Tu transporte (con aire acondicionado), entradas para todos los sitios principales, un guía local experto que te acompaña todo el día, además de todos los impuestos y cargos incluidos—solo tienes que presentarte listo para explorar.
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