Viajarás desde Marsa Alam a Asuán y Abu Simbel acompañado por un guía egiptólogo experto. Desde estar sobre la Presa Alta hasta navegar en feluca al atardecer y descubrir Abu Simbel antes de que lleguen las multitudes, son dos días llenos de historia auténtica de Egipto y momentos locales inolvidables.
El viaje desde Marsa Alam comienza temprano, aún de noche, para ser sinceros. Nuestro guía, Ahmed, nos recibió en el lobby del hotel con una gran sonrisa y algunos consejos sobre qué esperar (“lleven snacks para el camino”, nos dijo). El aire del desierto estaba fresco antes del amanecer. Cuando llegamos a Asuán, el Nilo brillaba bajo un cielo despejado. Primera parada: la Presa Alta de Asuán. Es imponente de cerca, mucho más grande de lo que imaginaba, y Ahmed nos explicó cómo cambió la vida aquí para siempre. Se siente la brisa que viene del lago Nasser.
Luego visitamos el Obelisco Inacabado. Hay algo fascinante en ver una obra de piedra antigua abandonada a medio hacer; si te fijas bien, aún se notan las marcas del cincel. Después, tomamos un pequeño bote hacia el Templo de Philae. La isla está en calma, solo se escuchan aves y el sonido del agua golpeando las rocas. Caminar entre esas columnas mientras Ahmed señalaba antiguas inscripciones fue como viajar en el tiempo.
Almorzamos en un lugar local, nada lujoso pero delicioso: pollo a la parrilla y pan fresco. Más tarde, por la tarde, subimos a una feluca para un breve paseo por el Nilo. El río está tranquilo a esa hora; verás pescadores lanzando sus redes y niños saludando desde la orilla.
La mañana siguiente también arrancó temprano, pero Abu Simbel vale la pena. Llegamos justo cuando la luz del sol iluminaba las estatuas de Ramsés II. Está más tranquilo antes de que lleguen los autobuses turísticos, así que tienes espacio para disfrutarlo a tu ritmo. Dentro, los relieves en las paredes se ven nítidos a pesar de los miles de años. Ahmed contó historias sobre cómo trasladaron todo el templo cuando se construyó el lago Nasser — cuesta creerlo hasta que lo ves con tus propios ojos.
¡Sí, las familias son bienvenidas! La excursión es accesible para cochecitos y hay asientos para bebés disponibles si los necesitas.
Por supuesto, puedes seleccionar el hotel que prefieras en Luxor para tu alojamiento nocturno.
El almuerzo en un restaurante local de buena calidad está incluido ambos días; las demás comidas corren por tu cuenta.
Sí, todos los medios de transporte son accesibles para sillas de ruedas y los guías están encantados de ayudar según sea necesario.
Tu guía egiptólogo privado se encarga de todo: entradas a todos los sitios (Presa Alta, Obelisco Inacabado, Templo de Philae, Abu Simbel), recogida y regreso a tu hotel en Marsa Alam, almuerzo en un restaurante local de confianza cada día, una noche de alojamiento en Luxor a tu elección, además de todos los cargos por servicio e impuestos. También hay acceso para silla de ruedas y asientos para bebés disponibles.
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