Te acercarás a los lugares más emblemáticos de Egipto: las Pirámides de Giza y la Esfinge, además de disfrutar un paseo en camello y explorar auténticos tesoros en el Museo Egipcio. Con un guía local experto que se encarga de todos los detalles (y los mejores puntos para fotos), es la forma ideal de sumergirte en la historia de El Cairo sin perderte nada importante.
El aire de la mañana en El Cairo siempre se siente un poco polvoriento pero lleno de vida, especialmente cuando sales temprano rumbo a las pirámides. Nuestro guía, Ahmed, nos esperaba en el lobby del hotel alrededor de las 8 a.m., saludando con una sonrisa que lo hacía fácil de reconocer. El trayecto hacia Giza fue tranquilo; recuerdo pasar junto a vendedores ambulantes que ya ofrecían pan baladi fresco y café fuerte desde pequeños carritos. Al llegar a las pirámides, el ruido de la ciudad se desvaneció en el silencio del desierto.
Estar frente a la Gran Pirámide de Keops es otra cosa. Puedes ver cada bloque desgastado de cerca, algunos aún tibios por el sol de la mañana. Ahmed señaló pequeñas inscripciones que jamás habría notado por mi cuenta. Después de tomar algunas fotos (él conocía todos los mejores ángulos), montamos en camellos para un breve paseo alrededor del sitio. Al principio es un poco incómodo y movido, pero te acostumbras rápido, y sinceramente, ver las tres pirámides alineadas contra ese cielo infinito vale totalmente la pena.
Nos detuvimos en un mirador panorámico desde donde se pueden captar todas las pirámides en una sola imagen; suele haber una brisa que trae consigo partículas de arena y a veces hasta un aroma a menta de los vendedores de té cercanos. Luego visitamos el Templo del Valle y la Esfinge. La Esfinge parece casi dormida de cerca; Ahmed compartió historias sobre su nariz perdida y cómo los locales creen que guarda secretos bajo la arena.
Al mediodía regresamos al centro de El Cairo para visitar el Museo Egipcio. El edificio tiene un aire clásico, con techos altos y pasillos que resuenan, pero dentro está repleto de tesoros: estatuas, joyas e incluso la máscara de oro del rey Tutankamón. Se percibe un leve aroma a papel antiguo y piedra por todos lados. Si quieres ver momias reales o dar un paseo en feluca por el Nilo después, solo tienes que pedirlo; pueden añadir esas opciones por un costo extra.
Alrededor de las 3 p.m. nos dejaron de nuevo en el hotel, cansados pero aún emocionados por todo lo que habíamos visto. Si te interesa el antiguo Egipto pero también quieres sentir el pulso cotidiano de El Cairo, esta excursión combina ambos mundos a la perfección.
¡Sí! Solo avísale a tu guía; puedes añadir la entrada a las pirámides por un costo extra al reservar o en el lugar si hay disponibilidad.
Por supuesto, es apta para familias y se permiten cochecitos. El paseo en camello es opcional si los niños prefieren no montar.
Sí, los vehículos y la mayoría de las áreas son accesibles para sillas de ruedas. Indícanos tus necesidades al reservar para poder ayudarte.
Lo mejor son zapatos cómodos porque caminarás sobre arena y piedra. Lleva protector solar, gafas de sol y quizá un sombrero; el sol aparece rápido.
Tu excursión privada incluye recogida y regreso al hotel en El Cairo en coche con aire acondicionado, entradas a todos los sitios principales, un guía local experto durante todo el recorrido, agua embotellada y snacks para el camino, además del paseo en camello cerca de las pirámides. Todos los impuestos y cargos por servicio están incluidos, sin costos ocultos.
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