Estarás justo bajo las imponentes pirámides de Giza, podrás montar un camello o un carruaje de caballos por la arena dorada, escucharás historias de un guía local y terminarás con un almuerzo egipcio auténtico—koshary o carnes a la parrilla si prefieres. No es solo ver monumentos, es sentir su historia y disfrutar cada momento.
Había visto mil fotos de las pirámides de Giza, pero nada te prepara para ese primer instante cuando sales del coche y las ves ahí, justo frente a ti. Nuestro guía, Hossam, nos esperaba en el lobby del hotel (ya con una sonrisa) y al llegar a la meseta, la verdad, sentí un poco de nervios. El aire olía a polvo y calor, y había niños vendiendo postales cerca de la entrada. Hossam nos entregó agua fría antes de que la pidiéramos; parecía saber justo cuándo la necesitábamos.
Empezamos por la Gran Pirámide, la de Keops. Es enorme de una forma que parece imposible; toqué uno de esos bloques de piedra caliza y sentí su textura áspera bajo la mano. Hossam nos contó historias sobre cómo llevaron cada piedra hasta aquí (“sin extraterrestres,” bromeó). Luego fuimos a la pirámide de Kefrén, la que aún conserva algunas piedras de revestimiento en la cima, y después a la de Micerinos, más pequeña pero con un encanto especial. Había camellos por todos lados y terminé montando uno (con torpeza) por un rato. La vista desde ahí arriba es increíble: las tres pirámides alineadas contra ese cielo claro.
La Esfinge es más impresionante en persona de lo que imaginaba, y también más grande. Su rostro está desgastado pero transmite una calma extraña. Hossam explicó por qué tiene cuerpo de león y cabeza humana; algo sobre fuerza y sabiduría, aunque yo estaba distraído con un grupo de niños del colegio que se reían cerca. Después de tanto caminar bajo el sol, el almuerzo fue un alivio: koshary en un local justo afuera del sitio (me manché la camisa, típico mío). Es una mezcla de arroz, lentejas y pasta con salsa de tomate picante. A veces todavía recuerdo ese sabor.
El tour privado de medio día dura aproximadamente 4 a 5 horas, incluyendo traslados.
Sí, el almuerzo en un restaurante local está incluido, con opciones como koshary o carnes a la parrilla.
Sí, las entradas a los principales sitios de la meseta de Giza están incluidas en la reserva.
Puedes escoger entre un paseo en camello o en carruaje para disfrutar las vistas de las tres pirámides juntas.
Sí, el transporte es accesible y la mayoría de las áreas se pueden recorrer con ayuda.
Sí, la recogida en tu hotel en El Cairo está incluida en un vehículo privado con aire acondicionado.
Se proporcionan agua embotellada y jugos para mantenerte hidratado durante la visita.
Tu día incluye recogida privada en hotel de El Cairo en coche con aire acondicionado, entradas para las tres pirámides principales y la zona de la Esfinge, agua y jugos para refrescarte bajo el sol del desierto, tu elección de paseo en camello o carruaje para vistas panorámicas, y un almuerzo tradicional egipcio (koshary o carnes a la parrilla) antes de regresar—solo preocúpate por disfrutar cada instante.
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