Verás cómo cambia el color de la costa de Split desde un barco cómodo con una copa de champagne en mano. Historias locales de la guía, música flotando en el aire salado, vistas de Marjan e isla Čiovo al atardecer y un vistazo al Split antiguo iluminado al volver. Más que turismo, es dejarse llevar y disfrutar sin prisas.
Para ser sincero, casi me salto el paseo en barco al atardecer por la Riviera de Split porque pensé “¿qué tan diferente puede ser otro paseo en barco?” Pero cuando estás ahí, saliendo del puerto con esa mezcla única de aire marino y protector solar, y la música sonando suave desde algún lugar detrás del capitán, todo cambia. Nuestra guía (creo que se llamaba Ana) nos entregó una copa de champagne justo después de pasar el Palacio de Diocleciano. Nos contó que los locales llaman a esta hora “pomalo” — simplemente desacelera y deja que todo te envuelva. Intenté pronunciarlo; se rió y dijo que sonaba italiano.
El barco navegó junto a Marjan, esa península cubierta de pinos que desde el agua parece mucho más grande. El aire se volvió más fresco a medida que nos alejábamos, y se podía oler la resina y la sal — o quizás era mi imaginación. Había familias saludando desde las playas de guijarros, algunos niños retándose a saltar al agua aunque aún no estaba del todo cálida. Nos acercamos lo suficiente a la isla Čiovo para ver casitas escondidas entre los árboles. Alguien empezó a cantar una vieja canción pop croata; a nadie pareció molestarle.
De regreso, Split se veía completamente diferente — todos esos siglos apilados, brillando dorados bajo las farolas. La Riva estaba llena de vida, pero desde aquí parecía lejano, como ver la película de otro. No dejaba de pensar en cómo los locales llevan siglos haciendo esto: escapando del ruido de la ciudad por un par de horas para sentir la brisa marina y no tener prisa por nada. No es algo espectacular ni alocado, pero sinceramente, esa sensación de calma navegando se queda contigo más que muchas otras cosas.
El check-in es media hora antes; el horario exacto varía según la temporada, pero es importante ser puntual por normas del puerto.
Incluye una copa de champagne de cortesía, además de refrescos y agua durante el recorrido.
No, no hay recogida en hoteles; el punto de encuentro es en el puerto de Split.
Sí, pueden subir bebés y niños pequeños, incluso en cochecito o silla de paseo.
Sí, está permitido traer tus propias bebidas en este paseo.
El capitán puede cambiar la ruta o cancelar el paseo si las condiciones no son seguras; la seguridad es lo primero.
No se permiten mascotas en este tour.
Verás el Palacio de Diocleciano, la península de Marjan y la isla Čiovo desde el agua.
Tu velada incluye transporte en un barco cómodo con capitán y tripulación que hablan inglés, todas las tasas y cargos incluidos, una copa de champagne para brindar al atardecer y refrescos y agua disponibles durante todo el trayecto antes de regresar al puerto de Split al caer la noche.
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