En esta excursión de un día desde Split cruzarás fronteras y tiempos hasta Mostar y la cascada Kravica. Camina por el puente histórico de Mostar, ríe con los locales mientras pruebas comida bosnia y refréscate en las piscinas naturales de Kravica antes de volver a casa cansado pero transformado.
Lo primero que recuerdo es el autobús cruzando la frontera hacia Bosnia y Herzegovina — el paisaje cambió de golpe, más suave y verde, con pueblos de piedra tranquilos a lo largo del camino. Nuestra guía, Ana, nos mantuvo atentos con historias sobre Počitelj (que ni siquiera conocía). Señaló la antigua fortaleza en la colina, medio oculta entre higueras, y bromeó que si la subíamos necesitaríamos “fuerza de café bosnio”. El aire olía a hierbas silvestres cuando bajamos para hacer fotos. Aún no sé qué planta era — ¿salvia? ¿algo más?
Mostar me impactó de inmediato. Cruzar el Stari Most no es solo pasar por un puente — se siente la historia de todas las vidas que lo han atravesado, aunque desde lejos parezca frágil. Nuestro guía local (creo que se llamaba Emir) nos contó la historia de la ciudad, cómo la gente solía lanzarse desde el puente por suerte, amor o simplemente porque podían. Se rió cuando alguien del grupo le preguntó si él lo había hecho (“¡Nunca sobrio!”). Paseamos por callejones estrechos que olían a carne a la parrilla y pan recién hecho — probé cevapi para comer, un poco desordenado pero delicioso. Hay algo especial en comer con las manos en un lugar así.
La cascada Kravica era más ruidosa de lo que esperaba — la oyes antes de verla, ese rugido blanco detrás de las hojas verdes. Algunos se metieron a nadar (yo no traje bañador, y ahora lo lamento un poco), pero yo me senté en una roca y dejé que mis pies se refrescaran en el agua fría mientras los niños chapoteaban cerca. Justo cuando nos íbamos, salió el sol y todo brilló por un instante. De camino a Split no dejaba de pensar en ese sonido — el agua cayendo — y en cómo a veces no hacen falta palabras para que un lugar te marque.
La excursión dura todo el día incluyendo traslados; el tiempo exacto depende del tráfico y la frontera.
No, el punto de encuentro es en las oficinas de Gray Line en Split o Trogir.
Sí, es obligatorio llevar pasaporte válido para cruzar a Bosnia y Herzegovina.
Sí, si el tiempo lo permite; lleva bañador si quieres nadar.
No; la entrada a la cascada Kravica (€10) y la tasa de frontera (€5) se pagan en efectivo al inicio.
No, hay tiempo libre en Mostar para comprar comida local como cevapi o burek.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito y la excursión es para todos los niveles de forma física.
Sí, tanto el guía principal como el local en Mostar hablan inglés.
Tu día incluye transporte con aire acondicionado desde Split o Trogir, peajes y IVA incluidos, y un guía oficial en inglés durante todo el recorrido. En Mostar harás una visita guiada a pie con un experto local y luego tendrás tiempo libre para comer o comprar. Las entradas a la cascada Kravica y las tasas de frontera se pagan aparte en efectivo al salir.
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