Si quieres nadar bajo una cascada real, ver perezosos de cerca y probar comida local—todo en un solo día—esta excursión lo tiene todo sin prisas.
El viaje desde Guanacaste comenzó antes del amanecer—ventanas abajo, ese aire denso y puro de Costa Rica entrando. Nuestro conductor nos dio un resumen rápido del plan del día mientras pasábamos por puestos de frutas y pueblos dormidos. Cuando finalmente llegamos a la Cascada de La Fortuna, escuché el estruendo del agua antes de verla. No hay escapatoria: esos 500 escalones para bajar son todo un reto. Pero la fresca bruma que te roza la cara a mitad de camino hace que olvides el cansancio por un momento. Abajo, algunos se metieron al agua descalzos, mientras otros se sentaron en las rocas tomando fotos o recuperando el aliento. El agua está más fría de lo que imaginas—te despierta al instante.
Luego visitamos el Ecocentro Danaus. Nuestro guía, Luis, parecía conocer cada planta por su nombre—nos mostró una pequeña rana arborícola de ojos rojos escondida bajo una hoja y nos señaló dónde suelen dormir los perezosos (de hecho, vimos uno acurrucado bien arriba). La caminata es sencilla—senderos planos y mucha sombra—y el zumbido constante de insectos y aves te acompaña. Mariposas por todas partes; una se posó en mi mochila durante casi todo el recorrido. Se sentía menos como un zoológico y más como pasear por la selva del patio trasero de alguien.
Antes de regresar, hicimos una parada en el pueblo para comprar recuerdos y tomar algunas fotos rápidas—la calle principal tiene murales coloridos y pequeñas tiendas con tallados en madera y café. El almuerzo fue en Rancho Perla: tres opciones en el menú (yo elegí casado—arroz, frijoles y plátanos). Al entrar, el aroma a pollo a la parrilla y cilantro fresco te recibe. Después de comer, todos nos quedamos charlando tranquilamente hasta que llegó la hora de subir al van.
Son unos 500 escalones para bajar y subir, así que requiere un nivel moderado de condición física. Puedes tomar descansos en el camino si lo necesitas.
¡Sí! Está permitido nadar en la base de la cascada. El agua es fría pero refrescante después de la caminata.
El almuerzo está incluido en Rancho Perla, con opciones vegetarianas y sin gluten disponibles.
Tendrás buenas probabilidades—los guías son expertos en avistar animales—pero no se puede garantizar porque los animales están en libertad.
Tu día incluye transporte privado con aire acondicionado y WiFi a bordo, agua embotellada durante todo el recorrido, entradas a todas las actividades, además del almuerzo con varias opciones en el menú (incluyendo vegetarianas y sin gluten). Si necesitas asientos especiales para bebés, solo avísanos con anticipación.
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