Explorarás los famosos templos de Camboya con un guía local que conoce todos los detalles ocultos: desde las aldeas flotantes en el lago Tonlé Sap hasta el amanecer en Angkor Wat y las raíces entrelazadas en Ta Prohm. Esta excursión te da tiempo para empaparte de todo sin sentirte apresurado.
El aire se sentía denso y un poco dulce cuando aterrizamos en Siem Reap, casi como si la ciudad contuviera la respiración. Nuestro guía, Dara, nos esperaba justo afuera de la recogida de equipaje con una gran sonrisa y agua embotellada fría (créeme, la vas a necesitar). Tras un rápido check-in en el hotel, nos dirigimos al lago Tonlé Sap. El paseo en barco fue tranquilo y pausado; niños saludaban desde casas flotantes pintadas en azules y rojos desgastados. Se escuchaba un suave zumbido de motores y el aroma a pescado a la parrilla flotaba sobre el agua. Nunca había visto un mercado sobre una balsa: vendedores ofreciendo fruta desde sus barcos, llamándose unos a otros al pasar.
La mañana siguiente empezó temprano: el amanecer es cuando Angkor se siente más vivo. Entramos a Angkor Thom por su enorme puerta sur; esas caras de piedra que te miran fijamente son algo fuera de serie. Dara nos señaló tallados que habría pasado por alto: pequeñas apsaras danzando a lo largo de los muros, algunas pulidas por siglos de lluvia. Dentro del templo Bayon, es fácil perderse entre tantas torres con rostros sonrientes. Nos contó sobre el rey Jayavarman VII y cómo construyó este lugar para su pueblo, no solo para los dioses.
Por la tarde, finalmente llegamos a Angkor Wat. Es enorme de cerca, mucho más grande de lo que muestran las fotos. Monjes con túnicas naranjas caminaban en silencio por las galerías mientras turistas capturaban imágenes de bajorrelieves que narran antiguas historias hindúes. Más tarde, paseamos por Ta Prohm, donde raíces de árboles se enredan alrededor de piedras milenarias; el silencio solo se rompe con el canto de los pájaros y el ocasional chirrido de las cigarras. Dara nos dejó tomar fotos con calma, sin prisas, algo que realmente agradecí.
Sí, la mayoría de las zonas son accesibles y hay mucho tiempo para descansar entre paradas. Sin embargo, algunos escalones de los templos pueden ser empinados o irregulares.
¡Por supuesto! Tu guía habla inglés perfectamente y comparte muchas historias locales durante el recorrido.
El paseo en barco suele durar entre 1 y 2 horas, dependiendo del nivel del agua y la actividad en las aldeas.
No se incluyen comidas, pero tu guía puede recomendarte buenos lugares locales cerca de cada sitio.
Tu excursión incluye todas las entradas a los templos y al lago Tonlé Sap, agua embotellada durante todo el día, un guía local de habla inglesa que conoce todos los atajos, además de transporte cómodo con aire acondicionado entre los sitios.
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