Recorre los tranquilos canales de Delft con un guía local, visita iglesias y mercados centenarios, y déjate llevar entre millones de tulipanes en los Jardines de Keukenhof. Con transporte en autobús desde Bruselas y entrada incluida, es una excursión de primavera llena de color y pequeñas sorpresas que recordarás mucho tiempo.
Tenía ganas de conocer los Jardines de Keukenhof desde hace años, pero la verdad es que fue Delft lo que más me sorprendió. Salir de Bruselas en coche fue como un suspiro lento — ¿sabes esa sensación cuando el ruido de la ciudad se va apagando y empiezas a fijarte en los detalles? Nuestra guía, Sophie, señaló molinos de viento a lo lejos mientras cruzábamos a los Países Bajos. Antes de llegar a Delft ya veía los primeros destellos de color en los campos. Era temprano en primavera, aún hacía frío, pero se olía la tierra y algo dulce — ¿quizás jacintos?
Delft es más tranquilo de lo que esperaba. Paseamos por sus estrechos canales, pasando casas torcidas y bicicletas apoyadas por todas partes. Sophie nos contó sobre la torre inclinada de la Iglesia Vieja (la llamó “Scheve Jan” — seguro que lo pronuncié mal), y entramos para ver cómo la luz del sol iluminaba la piedra antigua de una forma suave. En la plaza del mercado me quedé un rato observando a los locales charlar cerca del Ayuntamiento — gesticulaban mucho, todos abrigados pero sonrientes. En el tiempo libre me metí en una tiendecita de cerámica azul y acabé comprando una taza que no necesitaba solo porque la dueña se rió de mi holandés.
Después de comer (nada sofisticado, pero una sopa calentita sabía a gloria tras caminar), nos dirigimos a Keukenhof. Sophie nos contó historias sobre la locura de los tulipanes — ¿sabías que hubo gente que llegó a cambiar casas por bulbos? Una locura. Cuando por fin llegamos a los jardines, fue casi abrumador: hileras y más hileras de tulipanes de todos los colores que puedas imaginar, junto a narcisos y orquídeas en los pabellones. En un momento me senté en un banco a ver a familias haciendo fotos y niños corriendo por todas partes. El aire olía a flores de verdad — no a perfume artificial, sino a pétalos y hierba húmeda. Las tres horas pasaron volando; creía que ya había visto todos los colores hasta que otro sendero me demostró lo contrario.
De vuelta a Bruselas, el ambiente en el autobús era más tranquilo — quizás cansados o simplemente llenos de nuevas imágenes. Hay algo especial en ver las piedras antiguas de Delft y los colores salvajes de Keukenhof en un solo día que se queda contigo más tiempo del que esperas.
El tour dura todo el día, incluyendo el tiempo de traslado entre Bruselas, Delft y los Jardines de Keukenhof.
Sí, la entrada a Keukenhof está incluida en el precio del tour.
No incluye comida fija; hay tiempo libre para almorzar durante la parada en Delft.
El guía ofrece comentarios en inglés, español o francés según las necesidades de los participantes.
El tour incluye transporte de ida y vuelta en autobús, pero no especifica recogida en hotel; consulta con tu proveedor.
Esta visita guiada se realiza exclusivamente en primavera, cuando florecen los bulbos, de marzo a mayo.
Sí, los niños pueden participar si van acompañados por un adulto; los bebés pueden ir en cochecito o silla de paseo.
Tu día incluye transporte en autobús de ida y vuelta desde Bruselas con un guía local que comparte historias durante el trayecto. La entrada a los Jardines de Keukenhof está cubierta para que explores libremente durante tres horas, después de visitar Delft a tu ritmo antes de regresar por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?